El pasado 29 de mayo, Sofía, de 3 años de edad, presentaba síntomas atípicos que algunos médicos particulares señalaron como una posible meningitis. Sin embargo, no quisieron tratarla.
Sus padres la ingresaron al Hospital General Regional (HGR) No. 20 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Tijuana con un cuadro de Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico (PIMS). La niña tenía temperatura alta, enrojecimiento de ojos, labios hinchados, agrietados y diarrea. Estos signos alertaron a los especialistas, ya que estaban relacionados con COVID-19.
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Se le practicaron las pruebas y resultaron positivas. Asociado a este padecimiento, la menor presentaba enfermedad de Kawasaki, afección que provoca inflamación de los vasos sanguíneos y síntomas graves en el paciente, cuyas complicaciones se desarrollaron de manera acelerada. Presentó falla multiorgánica con deficiencias respiratoria, hepática, neurológica y hematológica; requirió de soporte inotrópico, tratamiento medicamentoso que cambian las contracciones del corazón para modificar sus latidos, intubación y asistencia al corazón.
La señora Wendy, madre de la paciente, reconoce que en esos momentos existía gran preocupación de que su hija no sobreviviera. Tenía toda la razón, la vida de Sofía pendía de un hilo, los pronósticos eran reservados. Aunque puso toda su esperanza en el equipo médico que la atendía..
E hizo bien. Todo el equipo de especialistas del piso de pediatría del HGR No. 20 realizó un esfuerzo integral para darle a la pequeña paciente una esperanza de vida. Participaron médicos intensivistas, neumólogos, infectólogos, neurólogos, cardiólogos y personal de enfermería.
La doctora Gloria Pila Aranda, neumóloga pediátrica, recuerda que se estudiaron los escasos antecedentes tanto de la enfermedad de Kawasaki como de sus complicaciones y buscaron el tratamiento adecuado para salir de la crisis. “Reconozco que el Instituto no escatimó recursos en medicamentos, estudios y dedicación de especialistas para sacar adelante a Sofía”, agregó.
El esfuerzo brindó frutos, la niña superó su gravedad, se le retiró la respiración asistida. Salió de cuidados intensivos para recuperarse en cama, en compañía de sus padres.
Para la doctora Diana Aquino Villagómez, infectóloga pediatra y médico tratante de Sofía este resultado fue un rotundo éxito. Explicó que se está preparando un profundo informe sobre el expediente de la niña, toda vez que ésta es una condición patológica extraña a nivel internacional. “En México representa el primer caso documentado de Kawasaki asociado con COVID-19, con sobrevivencia del paciente. A nivel mundial la cifra no llega a cien”, destacó.
Mientras los especialistas del IMSS continúan con su trabajo, su aporte a la ciencia, Sofía fue dada de alta con una emotiva despedida. Sus padres, sus médicos y amigos del Instituto que la atendieron durante las últimas tres semanas la acompañaron a tocar la campana que la hace una sobreviviente no sólo del COVID-19, sino también de la enfermedad de Kawasaki.
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