Y vaya que sí, a Jaime Bonilla le bastaron dos años, no para Gobernar bien sino para reflejar lo que tanto se le reclamó desde antes de iniciar su administración, su mini gobierno estatal estuvo marcado por la mejor carta de presentación que tuvo desde siempre: la soberbia.
Muchos coinciden en que la frustración de que la Suprema Corte le diera palo a su ambición desmedida por convertirse en un Gobernador de 5 años cuando en realidad fue electo sólo para dos, porque así fueron claras las reglas del Instituto Electoral de Baja California desde un principio antes de que se convirtiera en el candidato oficial de la cuarta transformación, lo hizo tomar malas decisiones.
Se esperaba mucho, sin duda era el hombre en donde estaban puestos los ojos de la población en absoluto, sobre todo porque desde cuando fue Diputado Federal comenzó a labrar su camino hacia la Gubernatura.
No había día alguno en el que Jaime Bonilla criticara al Gobierno de Francisco “Kiko” Vega, todo era cuestionable y sus seguidores en redes sociales exigían castigo, cárcel para el mandatario hasta el fin de su administración.
Con esa saña continuó su campaña al Senado en el 2018, la ola de la
Cuarta Transformación era inevitable en Baja California, el panismo fue aplastado por un tsunami cuya fuerza embistió y colisionó al partido blanquiazul.
Jaime Bonilla tenía muy claro que ser Senador no era su objetivo, su intención siempre fue convertirse en Gobernador de Baja California, supo aprovechar todos los medios de comunicación a su alcance, que para ello es empresario del ramo y más aún le sacó provecho a sus redes sociales.
Usted recordará estimado lector que sus en vivo eran la única sala de la verdad, desde ahí todo lo que denunciaba era cierto, creaba enemigos, generaba más y más odio y exigía el fin de tres décadas de Gobiernos del PAN.
La verdad es que lo logró, la gente llenó esas urnas con miles de votos, confiados en que tras las rejas estaría Kiko Vega si Jaime Bonilla resultaba electo Gobernador en las elecciones del 2 de junio de 2019.
En esa elección Jaime logró lo que se advertía, con el 50.2% de los votos se convirtió en Gobernador mientras se asestaba después su intención de convertirse no en mandatario de 2 años, sino de 5, le gustara a quien le gustara.
La sonrisa de aquel Jaime Bonilla que logró sacar al PAN de Baja California, se iría desdibujando poco a poco, hasta que por fin desapareció el 11 de Mayo de 2020 en aquella sesión de los magistrados de la Suprema Corte cuando por unanimidad le pusieron freno a su ambición desmedida para dejarlo sólo como Gobernador de 2 años.
Jaime nunca volvió a ser el mismo, ahí terminó también el discurso de poner tras las rejas a el exgobernador Kiko Vega, mientras los bajacalifornianos exigían se cumpliera pronto la promesa más fuerte de campaña por la cual llegó al poder.
Bonilla se marcha ya, el 1 de noviembre llega Marina del Pilar Ávila Olmeda, la primera mujer Gobernadora en la historia de Baja California, con ella regresan muchos panistas que durante años fueron parte de los gobiernos que tanto criticó la cuarta transformación, llegan también las esperanzas de todos los sectores de la población de que por fin se vea un gobierno sensible a los problemas que asfixian a esta entidad fronteriza.
Se despide pues Jaime Bonilla, tal cual comenzó, con su misma arrogancia, fracasado, nada le resultó como esperaba, deja un estado endeudado para la siguiente Gobernadora de su mismo partido, deja a una población aturdida de ver que lo que se prometió nunca ocurrió, a empresarios más que molestos, muy dolidos por sus malas decisiones, deportistas abandonados, y un sinnúmero de gente decepcionada, pero ahora estamos próximos a ver lo que sigue, si Marina del Pilar logra enderezar el camino, ganas trae y desafíos hay muchos, veremos. Escríbeme a estrada.maldonado.ismael@gmail.com ¡nos leemos pronto!