Vergonzosa decisión tomó el Secretario de Seguridad de Tijuana, José Fernando Sánchez González, al despojar a los vecinos del Fraccionamiento Lomas de Agua Caliente de sus caseta de policía para colocarla en el Hipódromo y funcione de resguardo a los policías municipales que fueron contratados para garantizar la seguridad de los asistentes al concierto de Grupo Firme.
Sí, así como lo lee estimado lector, al Secretario de Seguridad de Tijuana poco o nada le importó que esa caseta de policía por años haya sido restaurada y adecuada por los residentes de este fraccionamiento.
La decisión ya estaba tomada y por más reclamos de los vecinos la instrucción era clara, esa bonita caseta de seguridad debería ser llevada al Hipódromo al costo que fuera.
Pues mire Usted lector, el activista Eduardo de la Peña denunció oportunamente los hechos ocurridos el pasado miércoles 3 de noviembre y lo hizo en redes sociales como comunicador tras agotar el diálogo como ciudadano y abogado que es.
Tan pronto encendió la cámara del celular y comenzó la transmisión en vivo, tanto los policías como el representante jurídico que se apersonó en el lugar para despojar a los vecinos de sus caseta, salieron huyendo del lugar sin mediar palabra alguna.
Según nos comparte en su transmisión Eduardo de la Peña, esa caseta fue entregada a los vecinos hace varios años atrás por el Arzobispo de Tijuana.
Cuando los vecinos recibieron aquella caseta lucía en muy malas condiciones, por lo que se organizaron para restaurarla y posteriormente fueron víctimas de vandalismo y la volvieron a dejar como nueva.
El activista refiere que apenas hace unos días en reunión con el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana preguntó para cuándo serían puestas en marcha las más de 70 casetas de policías que existen en la ciudad y que desde la pandemia del Coronavirus fueron retirados los oficiales que las custodiaban y atendían las emergencias de seguridad en las comunidades donde se encontraban.
La locuaz respuesta del Secretario de Seguridad fue un rotundo nunca jamás porque para él, a falta de policías en la ciudad, es mucho más importante que los oficiales realicen patrullajes preventivos que tenerlos en una caseta en las colonias.
Curiosamente después de esa pregunta de Eduardo de la Peña, se presentaron a su comunidad para despojarles de la caseta de policía, casualidad o intención directa júzguelo usted estimado lector, lo cierto es que esta situación provocó que los vecinos presentaran la denuncia por despojo ante el Ministerio Público.
Mientras la Alcaldesa de Tijuana, Monserrat Caballero Ramírez, disfruta de un merecido viaje al extranjero por el gran esfuerzo que ha hecho por el bienestar y la seguridad de Tijuana, su Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana acaba de cometer un grave error que podría incluso costarle el puesto, sí ese que ya se la ha pedido en múltiples ocasiones que renuncie ante los nulos resultados en materia de seguridad pública en esta ciudad fronteriza.
Tanta es la desesperación de la Secretaría de Seguridad de Tijuana en estos momentos porque este caso no trascienda más en la opinión pública, que el Secretario ya envió a sus enlaces a contactar a Eduardo de la Peña para reunirse con él con la condición de que baje de inmediato el video de sus redes sociales donde se ve claramente el despojo de la caseta por parte de los policías municipales y el representante jurídico.
Pedirle al activista que baje la única prueba fehaciente de la comisión del despojo es borrar a toda costa las evidencias de una decisión intransigente que tomó el hombre que lleva las riendas de la estrategia de seguridad en Tijuana.
Como era de esperarse, Eduardo de la Peña ha recibido el apoyo de colegios de abogados, asociaciones y organizaciones de la sociedad civil que conocemos de su trabajo ciudadano en beneficio de nuestra querida Tijuana, por lo que estaremos siguiendo esta situación muy de cerca, esperando que la caseta de policía vuelva a Lomas de Agua Caliente con las respectivas disculpas en persona del Secretario de Seguridad.
En estos momentos tan difíciles que en materia de seguridad atraviesa esta ciudad fronteriza y en ausencia de la Alcaldesa, lo menos que se debe hacer es confrontar a la sociedad organizada, porque cuando se trastoca esa línea, lo que sigue son las respectivas renuncias de los funcionarios públicos que lo orquestaron.