Ernesto EslavaBlack Mirror es imperdible, es la serie que reta a la razón y nos hace vernos, identificarnos y alarmarnos de lo que podemos ser si no controlamos nuestros usos, abusos y costumbres como sociedad y nuestra relación con la tecnología.
Con la llegada del 2018 se estrenó la cuarta y tal vez la última temporada de la serie. Cada temporada tiene 6 episodios como máximo de una hora como máximo de duración, es el mismo estilo que siguió la serie Sherlock. De hecho ambas se parecen mucho en la producción y en el guión, igual de bien pensados para tener profundidad y atrapar la atención del público.
Black Mirror está hecha para quienes usan la tecnología, para quienes piden a los jóvenes que convivan y se desconecten; para quienes piden a los adultos que usen más las herramientas en Internet o en la nube. Les gustará a quienes son fans de Star Wars, Star Trek o viven pegados a alguna red social. Ya se imaginarán que la serie está hecha para todos.
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¿Qué significa Black Mirror?
Es el espejo negro, el oscuro, el que a diario vemos para apreciar nuestro reflejo. Ese Black Mirror es nuestra pantalla negra de los teléfonos, tabletas y computadoras. Somos nosotros bajo otra perspectiva más opaca, oscura, retorcida, desgastada, a veces quebrada, a contraluz o sin pila. Esos son todos los episodios de Black Mirror.
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De todos los episodios mi favorito es el 3 de la segunda temporada: El Momento de Waldo, un episodio altamente recomendable a quienes les guste la política.
— Black Mirror (@blackmirror) September 12, 2017
Se dice que el cuarto episodio de la segunda temporada, Blanca Navidad enlaza a todos los episodios de la primera y segunda temporada y los hace ver como si estuvieran dentro del mismo universo o realidad. Al igual que lo hace el episodio 6 de la cuarta temporada: Black Museum, en el que se engloban casi todos los episodios de la tercera y cuarta temporada.
Black Museum. pic.twitter.com/cuq0zV1izY
— Black Mirror (@blackmirror) November 29, 2017
A mi parecer, la cuarta temporada es la más floja, la que menos arriesga, pues las historias están inconclusas o con problemas básicos sin profundidad. Ya que los vean, entenderán que al final se quedarán con ganas de regresar a la tensión de los primeros episodios. Aun así es de lo mejor que se encontrarán en series. Al menos a mí, siempre me parecerá interesante ver producciones donde se aborde un futuro distópico en el que todo salió mal por nuestra culpa, más o menos como el mundo que ya tenemos pero más a largo plazo.