88aHs2x9QjM
Debes Verla
4.7Nota Final
Historia
Guión
Actuación
Ritmo
Efectos Especiales
Puntuación de los lectores 1 Voto

Imagina una historia que mezcla una aventura de espionaje clásica entre Estados Unidos y Rusia, moda de la década de los 60, un romance que parece imposible, un monstruo con sentimientos y muy expresivo, con un poco de humor y escenas surrealistas. Eso es La Forma del Agua de Guillermo Del Toro, una de las películas reconocidas con diferentes premios como mejor película y mejor director.

El gran mérito de la película es mezclar tantos elementos en una historia original que evoca a muchos momentos clásicos del cine norteamericano. Se aprecia y se agradece la frescura que el mexicano le imprime a su proyecto en el que se notan los años de preparación y desarrollo que tuvo la historia y cada personaje.

La historia tiene un ritmo lento, de espionaje y de romance. Se toma su tiempo en desarrollar a cada personaje que cobra protagonismo en algún momento de la película. Todo tiene una razón de ser, todo detalle aporta a la complejidad de la historia que pudo ser simple pero Del Toro tuvo el acierto de fortalecer la trama con pequeñas desviaciones que nos dan más contexto propiciando la simpatía con todos los personajes, hasta con el villano.

LEE: Los Jedi con harto sentido del humor, reseña de Star Wars

El detalle del monstruo es interesante, porque se hizo lo suficientemente repugnante para tolerarlo, para familiarizarse, para encariñarse y para sentir simpatía con sus expresiones y sus motivaciones. Seguramente sentirán que se parece a los monstruos de el Laberinto del Fauno.

De la protagonista, Elisa Esposito hay mucho que decir. La complejidad del personaje mudo se puede definir señalando que expresa todo sin palabras, un gran mérito que sólo las grandes actrices pueden. Y los momentos cómicos son bastante atinados e inteligentes.

La Forma del Agua tiene el sustento suficiente para ser la mejor película en el festival que compita. Lo que sí es seguro es que Guillermo Del Toro es el artista que merece el premio como Mejor Director, por crear, mezclar y producir historias y proyectos que dan un resultado fresco, agradable e interesante.

Creo que Del Toro tiene mucho más mérito que Alejandro González Iñárritu para ser reconocido por la Academia por desarrollar un proyecto sin buscar ganar un premio. Guillermo en verdad hizo la historia que quiso, proyectó sus emociones en un monstruo que siente, que se enamora y que se comunica. A diferencia de Iñárritu que trabajó proyectos para ganar un premio, ahí se nota que las motivaciones son radicalmente distintas.

Me atrevo a decir que La Forma del Agua es mejor que Moonlight, ganadora del Oscar en 2017 y que Birdman de 2015. La obra de Guillermo del Toro se puede comparar con Revenant ganadora de 2016, pero me sigue gustando más Gravity de Alfonso Cuarón. Tiene la complejidad suficiente y la profundidad necesaria para disfrutarse.

Comentarios