Hay muy poco Red Hulk y mucho drama y suspenso político en Capitán América, un nuevo mundo, el debut cinematográfico de Sam Wilson con el escudo del «cap», interpretado por Anthony Mackie; además de la esperada participación del legendario Harrison Ford como el general Thaddeus Ross, ahora como presidente de los Estados Unidos y como el nuevo Red Hulk.
En un nuevo mundo, el Capitán América será testigo del atentado en contra del presidente de Estados Unidos ejecutado por su amigo Isaiah Bradley, conocido como el primer experimento de súper soldado, interpretado por Carl Lumbly. Investigando descubrirá una conspiración política internacional que empuja una nueva guerra mundial contra Japón por la explotación del próspero metal Adamantio, encontrado en los restos del Celestial en mares internacionales.
Dos estrellas y media de cinco, hay una historia ágil, un drama y suspenso político en el que se plantean dos primeros actos con tensión y acción suficiente para capturar la atención. Hay disparos y coreografías en piso y aire; pero el tercer acto tiene muy poca participación de Red Hulk, y un desenlace al estilo del efecto Martha de Batman V Súperman, un poco anticlimático.
Los tres villanos cumplen, Giancarlo Esposito como Sidewinder nos muestra un personaje táctico y capaz en los combates contra un Vengador; Tim Blake Nelson como Samuel Sterns, como el estratega que diseña un entramado para confundir a los héroes, tal como se hizo en Soldado del Invierno en 2014 o en Guerra Civil de 2016 con el personaje de Barón Zemo, interpretado por Daniel Bruhl. Lo lamentable, es que ambas entregas hay mejor cohesión y con y la elaboración de sólidos planteamientos.
Un nuevo mundo es entretenida, si captura la atención y los primeros dos tercios hay una historia complicada e intriga; pero el guion que se pierde en el último acto, en una historia que se cae y un final que opta por una salida cursi por parte de los guionistas Rob Edwards, Malcolm Spellman y Dalan Musson.
En los efectos especiales, hay una carente caracterización de Samuel Sterns, conocido como El líder, que es interpretado por Tim Blake que retoma su papel de los hechos ocurridos en la película El Increíble Hulk de 2008.