¿Se imagina usted estimado lector, que un día de éstos, lamentablemente sea víctima de robo en la calle, se lleven todas sus pertenencias y no tenga manera de pedir auxilio, o peor aún, que atestigua un atropellamiento en alguna vialidad de Tijuana y no traiga a la mano un celular para marcar al 911 y pedir la llegada inmediata de los servicios de socorro?

Sin duda, la impotencia de no poder ayudar o que le ayuden será la primera en reflejarse porque definitivamente la ciudad debería dotar de nuevas herramientas tecnológicas que nos permitan a los ciudadanos de bien contar con pronta ayuda de bomberos, protección civil, Cruz Roja y la Policía Municipal.

Transitar a la tecnología resulta complicado para algunos municipios en el país, porque se requiere de asignar presupuesto para realizar la compra de dispositivos electrónicos que valgan la pena y que a la larga compensen el gasto por los extraordinarios resultados que consigo pudieran traer a la población.

Este es el caso de nuestra querida Tijuana, convertida vergonzosamente en el municipio más violento de todo el país, y luchando siempre contra la adversidad, con el crecimiento poblacional desmedido que incentiva la comisión de delitos, como ya lo hemos visto en los últimos años.

Recientemente, al inicio de este 2023, el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Tijuana, José Fernando Sánchez González, señaló que se cuenta con un total de mil 500 cámaras de videovigilancia para una ciudad con una población cercana a los 2 millones de habitantes, lo que sin duda refleja un rezago considerable en cobertura.

Se estima que, en los próximos meses el Ayuntamiento de Tijuana invierta en la adquisición de entre 500 o mil nuevas cámaras de seguridad que deberán estar conectadas al Centro de Comando y Control (C2) operado por el gobierno municipal y muchas de ellas al Centro de Comando, Control, Comunicación y Cómputo (C4) a cargo del Gobierno del Estado de Baja California.

Valdría mucho la pena que en este esfuerzo que está por realizar la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Tijuana, se volteara a ver lo bien que se hace en ciudades como la Ciudad de México, donde desde hace varios años se operan los botones de auxilio conectados precisamente a estas cámaras de videovigilancia.

Esos botones de auxilio en comento, son unas cajas de comunicación por voz que se adaptan a los postes donde se encuentran instaladas las cámaras de seguridad monitoreadas las 24 horas del día por los C2 y C5 para el caso de la CDMX.

Las cajas tienen un botón que usted puede oprimir ante alguna emergencia que esté presenciando o lamentablemente le haya tocado ser víctima, y de manera inmediata se conecta con las autoridades de seguridad para solicitar el auxilio sin que esa comunicación se interrumpa en ningún momento.

Mientras habla por esa caja, los C2 ya tienen el registro GPS de donde usted se encuentra, por lo que rápidamente deberá llegar una unidad de policía como primer respondiente en lo que viene en camino una ambulancia, bomberos o protección civil, dependiendo la emergencia que se trate.

Los botones de auxilio deben estar instalados en aquellas cámaras de seguridad de la ciudad, especialmente en donde el peatón no corra ningún riesgo para llegar a él, por lo que se recomienda estén en lugares con alta concentración de población, espacios públicos y de recreación.

Estas ventajas tecnológicas vendrían sin duda a fortalecer las acciones preventivas que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana realiza en Tijuana, además de darle a la población la oportunidad de salvar más vidas ante emergencias que habitualmente se presentan.

Ojalá que Tijuana tomara en cuenta estas alternativas tecnológicas que si bien es cierto representan un costo económico, a la larga refleja una utilidad pública que lo justifica.

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