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Más o menos.
4.0Nota Final
Historia
Guion
Ritmo
Actuación
Puntuación de los lectores 1 Voto

Es de época, es de misterio, tiene Nazis y hay un sentido del humor incómodo que hasta luce como comedia: eso es Ámsterdam. Creo que no la gocé tanto, pero reconozco que es buena y que verla una vez nos podrá divertir y entretener esta historia de conspiración que resuelven tres personajes alocados.

Ámsterdam es una película de la fuerza de la amistad a través del tiempo entre los veteranos: el médico Burt Berendsen y el abogado Harold Woodman, interpretados por Christian Bale y John David Washington que conocen a la enfermera Valerie Voze, interpretada por Margot Robie. Al terminar la guerra, entre los tres forman una gran amistad que los lleva a vivir juntos en Ámsterdam, Holanda, en la década de 1920. Los veteranos regresan a Estados Unidos y en los 30 se involucran en la investigación de un homicidio que les permite descubrir un plan de conspiración nazi para derrocar al presidente Franklin D Roosevelt.

La película Ámsterdam tiene comedia porque usa el humor físico para crear situaciones que rompen con el drama que está cargado en situaciones violentas y de sufrimiento para los personajes. Incluso hay situaciones grotescas en donde vemos partes del cuerpo expuestas, heridas y piezas artísticas peculiares. Hay mucha historia dentro de la trama pero son símbolos y situaciones retomadas para arropar este misterio que nuestros protagonistas deben resolver.

La historia y el guion son auténticas, retoman la esencia del cine de detectives y lo recrean en esta nueva aventura con la locura que Margot ya nos había mostrado en el universo cinematográfico  de DC Comics como Harley Queen. Bale y Washington llegan frescos a situaciones cómicas y dramáticas que pocas veces combinan en sus proyectos.

Claro que hay que aplaudir la actuación de Robert De Niro como el General Gil Dillnbeck, que participa en el último acto de la película. El caso de Taylor Swift como Liz Meekins, fue un ingrediente vago. No así Zoe Saldaña como Irma St Clair que pudo haber tenido más participación o Anya Taylor Joy como Libby Voze que luce muy bien como villana.

Los escenarios, el vestuario y los valores de producción que Ámsterdam nos ofrece se disfrutan y podrán ser valorados para quienes admiran los elementos que arropan a la producción de historias de época.

No es mi género favorito, pero considerando que antes de ver Ámsterdam vi Mira como corren, siento que seguí con el mismo estilo y línea dramática que hace homenaje a otra época cinematográfica e histórica.

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