Inspira y conmueve esta serie que se compone de momentos impactantes de tres primeras damas de Estados Unidos: Eleanor Roosevelt, Betty Ford y Michelle Obama. Entre las tres hay tantas coincidencias en sus vidas que resulta curioso la manera en la que cada una moldea la historia de la Casa Blanca y la vida política de los Estados Unidos. Creo que Paramount Plus es certero en esta serie de diez episodios.
La Primera Dama o The First Lady se enfoca en la vida de Eleanor Roosevelt, interpretada por Gillian Anderson; Betty Ford interpretada por Michelle Pfeiffer y Michelle Obama por Viola Davis. Vemos su juventud y sus luchas, sus amores: tanto hijos, esposos y parejas; sus desilusiones, sus ambiciones y frustraciones. Las tres coinciden en decidir tomar posturas y tomar decisiones políticas. Las tres se opusieron a solo ser testigos en la historia y tomaron acciones difíciles que acentuaron sus fortalezas y dejaron expuestas sus debilidades. Viviremos con cada una de ellas la forma en la que ven el mundo y nos daremos cuenta lo poco que hemos progresado como sociedad.
Estas historias en estilo documental falso o dramatizado son ideales para cerrar el día y este puede ser un buen pretexto para encontrar las motivaciones e inspiración. Se puede dimensionar a cada primera dama como mujeres que sueñan, planean, se enamoran e intentan. Cada actriz logra darle dimensión y textura a su personaje y eso es lo más valioso de la serie.
Los valores de producción como las escenografías, el uso de videos de la época y el vestuario tienen detalles interesantes que transportan a la época. Pero lo más fuerte de la serie son las historias, el guion y las actuaciones.
Aaron Cooley lo hace muy bien como creador de su cuarta serie televisiva, en esta ocasión para el streamming de Paramount Plus y ese podría ser el estilo de la plataforma luego de haber estrenado en exclusiva The Offer, la serie sobre la producción de la película El Padrino.
Curiosamente, lo que resta credibilidad a la serie es el cast de los presidentes. A O T Fabenle nunca lo vi como Barak Obama, incluso contrastaba la edad cuando compartía escena con Viola Davis como Michelle Obama. Aaron Eckhart es mejor parecido que el propio Gerald Ford y Keifer Sutherland es el que más se parece a su personaje: Franklin D Roosevelt.
En general, es fácil de ver: tiene buenas actuaciones y las escenas están ágiles y bien escritas. No tiene falla al elegir esta serie para verla dosificada pues cada escena es casi autoconclusiva. Insisto, ideal para las noches antes de dormir.