Claudia Urías, comunicadora y artista de Tijuana compartió su testimonio como sobreviviente de cáncer de mama y reconstrucción de seno. Claudia le llama El reset de la vida: Cáncer es igual a Actitud.

Claudia Urías describe qué es el cáncer de mama en una joven de 28 años, cómo inicia, cuál es el proceso y, siete años después, con su seno reconstruido vuelve a vivir una sensación de bienestar, de salud y agradecimiento a la vida.

Cada año, la incidencia de cáncer de mama aumenta en mujeres jóvenes de 23 a 25 años pero medicamente se desconoce la causa”, Claudia recomendó la auto exploración; también existe la parte genética por lo que si hay un antecedente familiar de cáncer, las menores de cuarenta años deben revisarse con un especialista y si pasas de los cuarenta años es urgente practicarse una mamografía para detectarlo a tiempo. “Acabo de acompañar a una jovencita de 14 años a la que le quitaron su seno”, expuso.

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Claudia recordó que ella se alimentaba bien, “yo era una mujer perfecta” y tampoco era por cuestión genética pero enfrento una situación emocional “tan fuerte” que le desencadeno el cáncer de mama. “Hoy les puedo decir que cuestión emocional me causo el cáncer. El cáncer de mama son emociones atoradas, son los problemas que se guarda uno. Entonces les digo: ¡Cero basura emocional! Si estas enojada sácalo; si quieres llorar, sácalo; si quieres decir algo, dilo”.

Si bien no fue fácil enterarse que debía someterse a una mastectomía radical, lo que le resultó más difícil enfrentar fue la pérdida de cabello con la quimioterapia, “tan sólo el nombre asusta”, sostuvo Urías tras precisar que se trata de un suero potente que se introduce al cuerpo vía intravenosa, es como un veneno para acabar con otro veneno”. Con la segunda quimio tuvo que buscar una peluca; a partir de la cuarta ya no quería más quimio pues vino el desgaste físico y los efectos secundarios. Para la última quimio, sintió cómo su cuerpo ya no quería responder pues su mente había quedado ya predispuesta a no más tratamiento, por ello no se cansa de decir que “la mente es tan poderosa”; pero contra todo ello su cuerpo se reinició por dentro y esto empezó a ser visible también por fuera.

Después de todo esto que enfrentó, Claudia prefiere a la mujer que sobrevivió al cáncer porque cambió su forma de pensar, de valorar las cosas, ahora tiene más oportunidad de ver la realidad, de amar a las personas, de ser bondadosa. “Por fuera mi cabello se puso más bonito, la piel se vitaminó, vuelve un brillo a los ojos, todo mi cuerpo se renovó”.

Uno de sus médicos le habló de la cirugía reconstructiva y la animó para que se acercara a la Fundación Karma de Rosarito. A través de esta fundación le practicaron la cirugía tram flap, técnica más utilizada en reconstrucción mamaria con el volumen y la simetría adecuada, de aspecto natural y sin el uso de implantes.

Yo estuve nada más un año sin seno y la frase «nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido», es real”, mencionó Claudia tras precisar que después de la cirugía reconstructiva sintió un inmensa felicidad al sentir el peso de sus senos, al tocarse y sentirse de nuevo completa. “Tanto en lo físico como en lo emocional hay una joya que se llama tiempo y éste lo cura todo”, reflexiono.

Claudia Urías apoya su exposición con la exhibición de varias fotografías de ella misma en las que luce la cicatriz por la ausencia de seno y otras más de la reconstrucción de la mama, como un homenaje a todas esas mujeres que se avergüenzan porque tienen una cicatriz en donde una vez estuvo su seno. Esto lo hace porque tristemente hay mujeres que por cuestiones económicas no tuvieron la posibilidad de reconstruirse y andan con una autoestima muy baja, que son abandonadas por su pareja o se han divorciado “porque las ven incompletas”. A todas esas mujeres, Claudia les dice: “somos valiosas con o sin seno”.

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