Mufasa es una digna precuela de El Rey León, tanto de la animación realista que Disney estrenó en 2019 como la caricatura de hace 30 años, en 1994. Les debo confesar que estuve a nada de llorar en dos momentos de la película que tiene una buena carga dramática, de suspenso, acción y comedia. Lo único malo es que como musical fracasa rotundamente, por favor ya dejen de pensar que Lin Manuel Miranda es bueno, su trabajo de nuevo es malo y puso en riesgo a una buena historia.
En Mufasa, Rafiki, el madril sabio del reino, aprovecha una noche lluviosa con la hija de Simba para contarle la historia de su abuelo Mufasa, el primer rey de Milele y de su relación con su tío abuelo Scar, una hermandad que nace de la inocencia en la que el león cachorro Taka rescata a un extraviado cachorro Mufasa, lo integra a su manada y crecen hasta que su comunidad es amenazada por leones forasteros. Ambos jóvenes leones, desplazados, harán amigos y encontrarán la próspera tierra de Milele para formar una nueva familia.
Cuatro estrellas de cinco, me gustó porque la historia está contada de manera ágil y consistente que se da oportunidad de reparar en la comedia, acción, aventura en una trama netamente dramática. Si bien, la historia es una calca de la original, su ritmo y actuación cumplen con trasmitir peligro, riesgo y emoción para envolver a quienes conozcan, o no, al Rey León.
De la música, obviamente se extraña a Elton John, no hay ninguna canción emocionante ni emblemática. De hecho, los momentos más emocionantes están acompañados por lo que propuso Hans Zimmer en el 94; por lo que una vez más Lin Manuel Miranda fracasa. Solo recordemos que es fácil emocionarnos con una estrofa de alguna pieza de aquella banda sonora y hoy, todo lo nuevo es olvidable.
Parte del éxito es el guion elaborado por quienes ya están familiarizados con la historia y sus personajes, como Jeff Nathanson que participó en el remake de 2019 y Linda Woolverton e Irene Mecchi que trabajaron en la original del 94.
Mufasa nos habla de la lealtad, de la familia, del compromiso y la hermandad; toda la aventura evoca a la migración, a superar los miedos y a soltar el pasado. Encuentro un guion meloso, rico y equilibrado. Se la van a pasar muy bien, porque es una aventura sólida, porque nos explica la película que ya vimos, y aunque nadie la pidió, sí es una historia que probablemente vuela a ver en pantalla grande. De nuevo Disney demuestra sus avances en animación hiperrealista, pero no sé si eso le de para llevarse el Oscar.