Importantes datos arrojó la reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del tercer trimestre de 2021, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), uno de ellos y en los que en esta ocasión estaremos abordando es el nivel de confianza en las instituciones como lo son la Marina y el Ejército.

Y es que no es para menos estimado lector, durante muchos años el Ejército ha merecido la confianza entre los mexicanos para combatir la delincuencia que atenta contra la tranquilidad de nuestras familias.

Sin embargo, la ENSU refleja que un 86.8 por ciento de la población encuestada en el País, tiene plena confianza en la Marina, muy por encima del Ejército, quien registra 84.5 por ciento de aceptación.

Son las fuerzas castrenses las que de nueva cuenta se colocan como las instituciones con mayor prestigio en tiempos tan complicados de inseguridad que se viven en México.

Los mexicanos según esta encuesta que el INEGI actualiza trimestralmente, consideran que la Marina y el Ejército reflejan los mejores resultados de eficiencia en el combate a la delincuencia.

Pero llama mucho la atención que la Policía Estatal está muy por encima de las fuerzas municipales, cuando el común denominador pudiera uno pensar que los agentes estatales son quienes más quejas pudieran tener de los ciudadanos por su desempeño policial.

Los números reflejan un 74.4 por ciento de aprobación de la Guardia Nacional y un 52.5 por ciento de la policía estatal por encima del 47.5 por ciento obtenido por los policías municipales, en quienes recae la mayor responsabilidad al ser los municipios los primeros respondientes ante un incidente delictivo registrado en alguna comunidad.

Mucho por delante se tiene que hacer no sólo la autoridad, sino también los ciudadanos para cambiar la percepción policial, ya que por un lado para poder exigir a un policía municipal que haga bien su trabajo, se debe procurar crear las condiciones dignas de trabajo.

Entre estas condiciones estamos hablando de su seguridad social para los policías municipales y sus familiares, porque a diferencia de otras profesiones, aquí se juega la vida por salvaguardar otras.

Entonces, mientras los salarios de la corporación municipal no sean dignos para quien porta con honradez un uniforme, difícilmente podremos avanzar en la generación de confianza entre los ciudadanos.

No es para menos, si nos ponemos a pensar que un policía bien pagado, con armamento y equipamiento policial de primer mundo, capacitación y certificación constante, ascensos por experiencia y mérito, realmente motivaría a los agentes a entregarse al cien por ciento en la defensa de las familias contra cualquier situación de violencia que ponga en riesgo la vida.

Los números no mienten, en septiembre de 2021, el 64.5% de la población de 18 años y más que vive en zonas urbanizadas, considera que, en términos de delincuencia, vivir en su ciudad es inseguro y según los expertos en seguridad, este panorama difícilmente cambiará pronto.

Factor de cambio será si las administraciones municipal y estatal hacen un frente común para que el Gobierno federal destine recursos suficientes para fortalecer las acciones preventivas del delito y se logren dar pasos importantes en la dignificación del buen policía.

Ojalá que nuestras autoridades recién llegadas al municipio de Tijuana y la estatal que está a punto de iniciar en semana y media, puedan ponerse de acuerdo, definir prioridades y trazar la ruta correcta para atender los principales rezagos que los policías municipales enfrentan prácticamente solos. Esperamos verlo conforme avance el tiempo para reconocerlo o bien preocuparnos juntos por ver que las cosas siguen igual de complicadas. Escríbeme a estrada.maldonado.ismael@gmail.com ¡nos leemos pronto!

Comentarios