Sin duda, la característica principal de un partido político es la de contar con una membresía activa, entusiasta, dispuesta a llevar a cabo acciones a favor de los fines que busca dicho partido, principalmente ganar elecciones y promover su agenda pública en todos los niveles.
Después de 33 años de participación en política en nuestro País, puedo decir que no existe realmente ningún partido político, además del PAN, con membresía real en todo México. Puedo equivocarme pues no conozco a detalle las características de partidos que puedan existir a nivel estatal en otras entidades. La mayoría de los partidos no cuentan con el mínimo esquema de afiliación y activismo partidista que demuestre que quienes están registrados en su padrón, puedan considerarse miembros de plena convicción.
El PAN sin duda es la única expresión política que contaba con esta característica hasta hace algunos años. Teníamos una membresía activa, consciente de su filiación, dispuesta incluso a sacrificar tiempo y recursos para lograr los fines que buscamos para rescatar a México.
Sin embargo, el ejercicio del poder afecta seriamente esta realidad. En muchas entidades, las estructuras de gobierno invadieron la vida interna de nuestra institución y la afiliación y membresía son de las expresiones más afectadas por esta “toma hostil” del PAN.
En primer lugar, la “puerta de entrada” se cerró y como cadeneros de centro nocturno, los “filtros del poder” se convirtieron en el único camino para incrementar nuestra membresía. Se inventaron diversos mecanismos para limitar el crecimiento de nuestro padrón y hoy en día, cuando alguien me pregunta cómo afiliarse al PAN, prefiero por vergüenza decirles que no hay afiliaciones antes que turnarlos a un proceso burocrático, imposible de resolver y frustrante en extremo.
La “membresía” del PAN, en estas entidades, se concibe hoy como la llave para definir candidaturas y, con ello, proteger los intereses que el ejercicio del poder genera. Debido a esto, se ha corrompido absolutamente la vida interna de la institución en la mayoría de los casos.
Sería injusto dejar de reconocer que hay miles de miembros activos del PAN orgullosos de su filiación, que defienden en la medida que sus capacidades permiten al partido y que, en lo general, se encuentran a la vera del camino de la vida interna de la institución. Se sienten alejados de los grupos que dirigen al partido y, en muchos casos, cargan con una sensación de pesar por este aislamiento. Incluso, han sido “víctimas” de los mecanismos de refrendo y actualización de nuestro padrón y muchos de ellos ya no forman parte “legal” del PAN.
En base a esta realidad, es que considero que es URGENTE, como primer paso para la reconstrucción del PAN, llevar a cabo dos procesos fundamentales, uno de corte único, de corto plazo, para depurar el padrón del partido. Un proceso en el que quienes deseamos seguir formando parte de nuestro partido, lo expresemos claramente, de forma individual, de forma sencilla y rápida, con el fin de tener, en el lapso de unas cuantas semanas, un padrón real, en el que se incluya exclusivamente a ciudadanos que conscientemente y con entusiasmo, deseen seguir formando parte del PAN y, sobre todo, comprometerse con los requisitos y “sacrificios” que siempre hay que hacer cuando se participa en un proyecto de bien común como deben ser los partidos políticos: Hacer actividad partidista, capacitarse, pagar cuotas, participar en las campañas promoviendo a nuestros candidatos y defendiendonos en casillas y órganos electorales.
El segundo, un acuerdo general para que la afiliación, a partir del día de hoy, sea un proceso ágil, personal, individual, expedito y sin más condiciones que el de acreditar el carácter de ciudadano mexicano a través de una identificación oficialmente reconocida.
De esta forma, el PAN podrá arrancar esta nueva etapa con un padrón real, en el que todos podamos confiar y, lo más importante, abrir las puertas para nutrirse de sangre nueva, de ciudadanos que a pesar de nuestras circunstancias, todavía hoy nos preguntan a muchos de nosotros cómo ingresar al PAN!