Ernesto EslavaGladiador 2, es entretenida, no es épica, tiene efectos especiales deficientes, pero buenas coreografías. El director Ridley Scott a sus 86 años decidió hacer una secuela de una historia que produjo en el año 2000, en ese entonces fue su vigésima película desde 1965 y se nota que hay un desgaste natural ya que Gladiador 2 es su película 145 y aún están 18 proyectos confirmados por venir. Y desde esa perspectiva se comprende que Gladiador 2 difícilmente sorprenderá a alguien.
En Gladiador 2 regresamos a Roma en donde los juegos en el Coliseo se mantienen para que los dioses decidan el futuro de los presos de las conquistas convertidos en gladiadores. Lucius, interpretado por Paul Mescal, es uno gladiador producto de una nueva conquista del imperio romano y se descubre que es el hijo abandonado de Lucilla, Connie Nielsen que repite en su papel de la primera entrega. Lucius tendrá que defender su vida en cada pelea mientras en el imperio se desarrolla una disputa por el poder que encabeza el general Marcus Acacius, interpretado por Pedro Pascal, y su contra parte Macrinus, que es Denzel Washington.
Dos estrellas de cinco, no se dejen engañar. La película está llena de acción, hay escenografías complejas, hay un esfuerzo por entregar un diseño de producción completo, pero la tragedia, el drama y la música cliché terminan de sepultar al guion que se ha repetido en muchas ocasiones con tragedias griegas y conflictos políticos medievales.
A diferencia de Gladiador del 2000, difícilmente la secuela estará nominada a algún premio de la Academia. Insisto, es el desgaste natural de 145 películas, se no arriesgarse, de mantener una fórmula melodramática y de no alcanzar a apreciar los desafíos y oportunidades de la tecnología.
Con esto no estoy diciendo que la película sea mala o sea buena; es lo que es, una historia que no va a sorprender a nadie, salvo las coreografías y algunas escenas agresivas, y el esfuerzo por recrear algunas escenografías, tal y como ocurrió hace 24 en donde ese esfuerzo si era premiado.
Donde se nota que la debilidad del guion de David Scarpa, Peter Craig y David Franzoni es que sus protagonistas Pedro Pascal y Paul Mescal son opacados por Denzel Washington, que termina siendo el gran villano de la historia. Los personajes muy caricaturizados, en donde los buenos son buenos, los malos muy malos, y la madre es abnegada.
Es palomera, pero no hay ninguna razón suficiente para verla en el cine.