Vivimos tiempos tan complicados por los cuales atraviesa nuestro país, la libertad de expresión y democracia penden de un hilo derivado de las perversas intenciones del Gobierno en turno por emprender acciones autoritarias contra todo aquel ciudadano de bien que piense distinto al sistema, porque para el Ejecutivo Federal o estás con él o eres su adversario.
El miedo es la peor de las amenazas para esos ciudadanos y ciudadanas que han abanderado diversas causas sociales a lo largo de todo el territorio nacional, algunas más fuertes que otras, pero ninguna de menos importancia para reconocerles.
En este sentido, viene a colación abordar en las siguientes líneas de esta columna de opinión, el gran esfuerzo que en Tijuana realiza la organización Ciudadanos Unidos por la Seguridad y el Bienestar de Tijuana, conformada por hombres y mujeres presidentes de Comités de Bienestar y de Seguridad comprometidos con que a sus comunidades les vaya mucho mejor que como hasta ahora.
Hace un año exactamente, un 25 de octubre de 2021, mis compañeros Víctor Ramón Ibarra Langarica (Urbi Quinta del Cedro); Víctor Manuel Guillén Alonzo (Los Alcatraces); Blanca Estrada y su servidor de Loma Blanca Segunda Sección, nos encontrábamos en el estacionamiento del Centro Cultural Santa Fe cerrando ciclo con un proyecto ciudadano que habíamos conformado por casi un año y nos dispusimos a iniciar otro más, pero ampliado, con atención a toda la ciudad de Tijuana, mucho más fuerte que el primero.
En aquella tarde lo único que me atreví a mencionarles a mis compañeros fue que, si habíamos sido capaces de hacerlo una vez, lo volveríamos a hacer posible, pero esta vez, aprendiendo de los errores del pasado para no caer en ellos de nueva cuenta.
El primer proyecto surgió a raíz de que un jefe policíaco del Distrito Policial XIII Santa Fe intentó eliminar los puntos de firma en las comunidades, sin duda estratégicos en toda estrategia de prevención y combate al delito por la presencia policial que ello conlleva.
Sin consultar a los presidentes de vecinos que nos encontrábamos en el grupal que administraba el mismo jefe policíaco, anunció que los puntos de firma serían eliminados y que deberíamos apoyarnos en el 911 para cualquier emergencia que se nos presentara, decisión que fue apelada por su servidor de manera inmediata, exponiendo precisamente que decisiones como ésta no pueden tomarse sin consultar a las comunidades que cuentan con esa herramienta de seguridad.
La respuesta del jefe policíaco volvió a ser la misma, que era una decisión tomada e inapelable, por lo que antes de ser expulsado de ese grupal por uno de los oficiales, pedí a los varios presidentes de vecinos que se encontraban en ese grupal manifestáramos nuestra inconformidad en Palacio Municipal, situación que ocurrió el 21 de julio de 2020.
Para nuestra sorpresa, el miedo de dar ese paso para varios Presidentes de vecinos representó que a la cita para hacer valer nuestra libertad de expresión en Palacio Municipal sólo atendieron el llamado tres personas: Víctor Manuel Guillén; Blanca Estrada y su servidor. Pero para buena fortuna ese mismo día estaba presente el Director de la Policía de Tijuana, Roberto Esparza, quien de antemano confirmó que el Jefe de Distrito de Santa Fe había tomado solo y sin consultar la eliminación de los puntos de firma, por lo que de inmediato pidió que convocáramos a los presidentes de vecinos que estábamos en el grupal a reunión urgente con el Jefe de Distrito en las oficinas de este último.
Y así fue, ese día ante varios presidentes de vecinos el Director de la Policía dejó en claro que los puntos de firma no se eliminaban sino al contrario, serían atendidos con mayor presencia policial, y pidió a su vez un voto de confianza para el mando policíaco, mismo que sólo duró un par de semanas porque termino siendo removido.
Al término de esa reunión propuse a mis compañeros presentes organizarnos mejor y formar una organización que nos permitiera trabajar los temas de seguridad y de gestión social, la cual caminó por un año, pero el rumbo no era el que se deseaba y terminamos por emprender un nuevo proyecto, pero esta vez cuidando que no se volvieran a repetir errores del pasado.
Y así fue, emprendimos el vuelo una vez más, nos dimos a la tarea de visitar varias comunidades y platicar con los presidentes de comités de vecinos o representantes, conformando comités de bienestar y de seguridad donde no los había.
Así, paso a paso la organización Ciudadanos Unidos por la Seguridad y el Bienestar de Tijuana fue cobrando forma hasta convertirse después de un año, en un proyecto donde muchas comunidades nos identificamos por la solidaridad y acompañamiento en infinidad de temas, muchos de ellos atendidos y otros muchos más por resolverse.
No ha sido tarea sencilla, pero la verdad he de reconocer que sólo no lo hubiera logrado, por eso me siento muy orgullo de estar acompañado de una Mesa Directiva que depositó su confianza en su servidor para presidirla. En esta Mesa Directiva están mujeres y hombres con probada experiencia y capacidad para trabajar en equipo, comenzando con María del Rosario Tovar González de Isla Cozumel (Vicepresidenta); Fernando Martínez Granados de Santa Fe Segunda Sección (Secretario); Víctor Manuel Guillén Alonzo de Los Alcatraces (Tesorero); María del Rosario López Lomelí de Lomas Encantadas (Primer Vocal); Lorena Mendoza de El Chicote (Segundo Vocal); Guillermo Esparza Guzmán de Terrazas de San Ángel (Tercer Vocal); Eduardo Notario Alcocer de Ley del Servicio Civil (Cuarto Vocal) y Blanca Estrada Maldonado de Loma Blanca (Representante Legal).
Esta Mesa Directiva ha consolidado a la organización Ciudadanos Unidos por la Seguridad y el Bienestar de Tijuana, de tal forma que alcanzamos la vocalía del Subcomité Sectorial de Seguridad Ciudadana del Instituto Municipal de Participación Ciudadana (IMPAC) del XXIV Ayuntamiento de Tijuana, desde donde fijamos con claridad nuestra preocupación en las acciones que se siguen para prevenir y combatir el delito, fuerte y claro señalamos lo que a nuestro parecer está mal y debe corregirse para el beneficio de las comunidades que representamos.
La confianza de la gente, el trabajo en equipo y las ganas de hacer posible lo imposible, nos lleva a celebrar con dignidad y orgullo el primer año de la Ciudadanos Unidos por la Seguridad y el Bienestar de Tijuana, una organización que llegó para quedarse y que está consciente de que el poder está en manos de los buenos ciudadano, ese que desea un mejor porvenir para su familia sin importar que para ello deba alzar la voz y hacerse escuchar. No cabe duda, ¡Somos el Mejor Equipo!