Matt Groening volvió a demostrar que no tiene miedo al apostar por conceptos diferentes y probar su estilo para contar historias con un notable sentido del humor. Tal y como lo ha hecho con Los Simpsons en las primeras temporadas y con Futurama, Desencanto retoma lo mejor de los otros dos productos y los lleva a la época medieval para criticar a nuestra sociedad.
Desencanto es la historia de la princesa Tiabeanie, una mujer independiente que lucha por mantener su libertad ante una sociedad en la que no encaja y tampoco quiere encajar. En el camino se encontrará con un Elfo que la ayudará a encontrar su verdadero lugar en el reino y su diablo Luci, literalmente su lado más desenfadado. La fórmula es similar a la de Futurama con Fry, Leela y Bender pero con ajustes en personalidades y contextos que harán que cada episodio tenga una secuencia lógica, un crecimiento de personajes y motivos auténticos.
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Lo mejor de la historia es que el formato es de telenovela, es secuencial y lineal pero lo que lo convierte en serie es que cada episodio puede funcionar como independiente pues tiene un inicio, un final y en algunos, los protagonistas cambian de rol. El sentido del humor mejora conforme avanza la trama y en cada episodio se revelan más secretos de la familia real que hacen que la historia sea compleja e interesante. Realmente es una crítica a nuestra sociedad en la que a veces el diablo termina haciendo el bien en una sociedad dictada por tradiciones incuestionables.
Tal vez lo malo es que tarda en iniciar la historia, Matt se demora en presentar a los personajes con historias débiles que tienen clichés de historias medievales.
En general, se disfruta bastante. Con tanta experiencia se nota que hacen una crítica social a nuestros roles con otras sociedades, con la religión, con las tradiciones, con nuestras irresponsabilidades ante el medioambiente, con las mentiras para convivir y con nuestros demonios.
Véala y al terminar compare Desencanto con La Casa de las Flores y haga la diferencia entre una Telenovela y otra, en el sentido del humor y la crítica social que pueden plasmar guionistas con experiencia y guionistas que no han leído más de tres libros y de como una caricatura tiene mejor capacidad actoral que Cecilia Suárez.
Solo advierto, que no reirán tanto como con los mejores episodios de Los Simpsons, pero la disfrutarán y yo ya estoy listo para la segunda y tercera temporada.