Las secuelas que el Coronavirus trajo para nuestra querida Tijuana no sólo se reflejan en un duro golpe a la economía familiar y a los estragos que en salud todavía enfrentan quienes enfermaron y lograron sobrevivir a esta pandemia que se resiste a desaparecer.
Profesionales de la psicología lo advirtieron meses atrás, el confinamiento obligó a miles de familias a convivir en el mismo espacio mucho más de lo acostumbrado y eso trajo problemas conductuales en los menores de edad y también en los jóvenes.
Pero todavía más allá, el estrés del encierro en casa provocó también que las parejas tuvieran más conflictos de los habituales, al grado de llegar a las agresiones verbales y por supuesto físicas.
Figúrese Usted estimado lector, la semana pasada el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Tijuana, José Fernando Sánchez González, vino a reconfirmar la información anterior, justamente lo que ya se había advertido: la violencia familiar se disparó en esta ciudad fronteriza.
Son muchos, muchos más de lo que creemos los casos de violencia familiar no denunciados por miedo de las víctimas, pero quienes sí se atreven han permitido obtener cifras oficiales al menos en el reporte al 911 respecto a esta problemática social.
Las estimaciones de la autoridad municipal hablan de cerca de 1,350 llamadas por violencia familiar que se registran cada semana al 911, casi dos de cada 10 llamadas recibidas a esta línea de emergencia corresponden a este problema que aqueja tanto a hombres como a mujeres víctimas.
La alarma se enciende porque lejos de parar, la violencia familiar parece no tener freno, y eso obliga a las instancias de Gobierno a atenderlo con programas y acciones que permitan brindar atención médica, jurídica y psicológica a quienes lo necesitan.
Tan sólo en 2020, DIF Baja California atendió 254 casos en Tijuana y MEXICALI, pero si Usted estimado lector cree que el 2021 pinta bien, déjeme corregirle y decirle que no, suman más de 350 los casos de violencia familiar atendidos por la institución hasta lo que va del presente mes de noviembre.
Como es de esperarse, el problema no es menor en la entidad, mucho menos en Tijuana, donde ocurre el mayor número de denuncias al 911 sobre violencia familiar.
El Gobierno del Estado deberá hacer un gran esfuerzo coordinado con el Ayuntamiento de Tijuana, para aterrizar los programas de prevención de violencia que sean necesarios directamente a las colonias.
La Fiscalía de Baja California ya lo está haciendo a través de pláticas en centros comunitarios o en las colonias a través de los comités de vecinos pero no es suficiente, es necesaria la participación de más dependencias como la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, el DIF Municipal y el estatal, así como los institutos de la Mujer tanto del Ayuntamiento como de la administración estatal.
De no hacerlo pronto, estaremos viendo cómo pasamos de la denuncia de violencia familiar a los decesos por esta circunstancia que ha provocado las todavía existentes restricciones por la contingencia sanitaria del Coronavirus que obligan a las familias a pasar más tiempo en casa con la familia y eso hace un poco más complicado a los papás sobrellevarlo. Estaremos muy atentos a lo que los Gobernantes realicen en las próximas semanas. Escríbeme a estrada.maldonado.ismael@gmail.com ¡Nos leemos pronto!