Un 20 de noviembre de 1989, ante niveles de contaminación nunca antes vista en la Ciudad de México, producto del excesivo número de vehículos de servicio particular, transporte colectivo, escolar y de traslado de personal, Manuel Camacho Solís puso en marcha el programa urbano “Hoy No Circula”.

Desde entonces, la CDMX ha ajustado mecanismo de control que le han permitido sobrellevar la contaminación ambiental, que, si bien no es de las mejores condiciones del mundo para vivir, también han logrado avanzar en la materia.

Sólo para que Usted estimado lector se dé una idea, el Hoy No Circula restringe parcialmente la circulación vehicular y su aplicación en estos momentos se encuentra vigente en toda la Ciudad de México y en 18 municipios del Estado de México: Atizapán de Zaragoza, Coacalco de Berriozábal, Cuautitlán, Cuautitlán Izcalli, Chalco, Chicoloapan, Chimalhuacán, Ecatepec de Morelos, Huixquilucan, Ixtapaluca, La Paz, Naucalpan de Juárez, Nezahualcóyotl, Nicolás Romero, Tecámac, Tlalnepantla de Baz, Tultitlán y Valle de Chalco.

La restricción vehicular se da es dos tipos, una semanal que limita la circulación 1 de los 5 días de la semana; y la segunda es la sabatina, que impide la circulación 2 sábados o todos los sábados del mes.

Contrario a lo que muchos, incluyendo a la Alcaldesa de Tijuana, Monserrat Caballero Ramírez, pudieran pensar, el Hoy No Circula vino acompañado de varios esfuerzos de diversas dependencias, como la Secretaría de Protección al Ambiente, con quien se desarrollaron los mecanismos de medición de las emisiones contaminantes de los vehículos, mismas que aún se hacen cada seis meses. Además de que en la ciudad se han implementado con éxito alternativas como Metro, Metrobús, tren suburbano, ecobicis, y recientemente el Cablebús.

Usted estimado lector recordará que en Baja California ya se venía haciendo la verificación vehicular pero en realidad de poco servía para la reducción de los contaminantes y menos aún para la circulación de vehículos, por lo que fue un rotundo fracaso y habría que ver si el Gobierno de Marina del Pilar lo resucita.

Lo cierto es que para la Alcaldesa de Tijuana, ya no hay más de dónde sacar nuevas vialidades para desfogar el tráfico vehicular que tiene en jaque a los tijuanenes desde antes y con el regreso a clases que ocurrió esta misma semana, ahora imagínese si es día de juego de los Xolos.

A medios de comunicación anunció Monserrat que la población debería ir asimilando la posibilidad de que su auto se quede en casa para acabar con los cuellos de botella, pero no dijo cómo lo hará, ni tampoco pudo ver más allá sobre explorar realmente todas las posibilidades que se tienen al alcance para hacerle frente a esta problemática.

Sus brillantes asesores ya le habrán dicho que tan sólo en el primer cuadro de la ciudad urge un sistema de semaforización de sincronización inteligente, la cual vendría a poner fin a los oficiales de Tránsito Municipal que Usted ve todos los días en los principales cruceros picándole al control de los semáforos como Dios les da a entender y generando con ello más problema que solución.

Sabrá quizá que las rutas del transporte público prácticamente han colapsado el tránsito por los bulevares principales, y que poco o nada realmente se hará con la circulación de los autos chocolate, los cuales superan por mucho al padrón vehicular que sí pagas sus impuestos ante Recaudación de Rentas del Estado.

Todavía más allá, qué ventajas de movilidad le ofrecerá Monserrat Caballero a sus Gobernados para poder llegar a sus principales destinos, tomando en cuenta que las tarifas de transporte público son muy caras y de precarias unidades.

¿Alguien de su Gabinete ya tuvo oportunidad de evaluar con precisión qué tipo de infraestructura vial requieren las arterias principales y secundarias de Tijuana para frenar de una vez por todas el caos vehicular?

La verdad es que a cinco meses de su Gobierno, ni los asesores ni la misma Alcaldesa han podido dar una en la toma de decisiones, la mayoría de ellas han sido improvisadas y si en el mismo sentido piensa discutir y en su caso aprobar en Cabildo la aplicación del Hoy No Circula, estaría entonces apostándole al fracaso.

Nuestra Alcaldesa de Tijuana debería voltear a ver a su Gabinete, si realmente se encuentra rodeada de profesionales en la materia o sólo improvisados que la tienen totalmente en la lona en cuanto a la aprobación de los tijuanenses.

La seguridad pública sigue en crisis, sin rumbo claro y ni con la presencia de la Guardia Nacional han podido controlar los asesinatos. No puede salir de ésta y tampoco se pudo prevenir de que con el inicio a clases y los cruces por las garitas, el problema del tráfico sería un reto titánico que la mantendrá ocupada en la revisión de lo que se tenga que hacer pronto para calmar el ánimo, sobre todo de los automovilistas que circulan al corriente de sus impuestos, ¿estará el ciudadano responsable dispuesto a sacrificarse para beneficiar a quien goza de toda la comodidad de traer un auto chocolate sin seguro ni pago de impuestos? Nos leemos pronto, escríbeme a estrada.maldonado.ismael@gmail.com

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