El último baile, es la despedida entretenida, es el adiós a Tom Hardy interpretando al antihéroe Venom al completar su trilogía con una tercera entrega con corazón, ligera y por momentos melosa. Probablemente tiene una mejor factura que la segunda entrega y empata en calidad con la primera película de Venom de 2018.
Venom 3 se sitúa exactamente en el final de Spiderman No Way Home; pues los movimientos en el multiverso despertaron a Knull, el Dios de los simbiontes, que manda a unas criaturas a buscar a Venom en el planeta tierra para extraerle una llave a la que le llaman Codex que le podría liberar de su prisión en la oscuridad. La persecución contra Venom se complicará pues a Eddie Brock lo persigue el ejército para llevarlo a Las Vegas en donde hay un bunker donde experimentan con más simbiontes. Ambas persecuciones pondrán a prueba la amistad que hay entre el Simbionte Venom y el cuerpo que habita, el de Eddie Brock, y su inesperada misión de salvar al mundo de una amenaza aún desconocida.
Dos estrellas de cinco. Venom el último baile sí es entretenida, es muy dinámica, tiene un ritmo bastante ágil que distrae ante un guion tan superficial que luce plano, sin motivaciones y que ninguno de los protagonistas ni personajes secundarios se sienten en peligro. Realmente ningún personaje secundario importa, pero la película funciona por la dualidad de Eddie Brock con Venom y como conviven entre ellos que logran una relación entrañable.
La película me hizo sentir como la saga de Transformers de Michael Bay o como la franquicia de Rápidos y Furiosos en donde hay persecuciones, acción, explosiones sin sentido y melodrama fácil. Sí funciona, es dominguera pero fuera de los protagonistas, ningún otro personaje importa, ni el resto de los simbiontes ni el afamado villano Knull.
En El último baile, Tom Hardy comparte crédito como guionista junto con la experimentada francesa Kaelly Marcel, que en su repertorio está la primera entrega de Venom, Salvando a Mr Banks de 2013 y 50 sombras de Grey de 2015. Como su primera película como directora, hizo un trabajo que cumple, que funciona pero es muy olvidable.
Desperdiciados los papeles que desempeñaron los actores Chiwetel Ejofor y Rhys Ifans, ambos que tienen participaciones importantes como los villanos Lagarto en Spiderman y Baron Mordo en Doctor Strange.
No se van a aburrir en esta película de acción y ciencia ficción, pero tampoco encuentro una sólida justificación para ir a verla al cine. Dudo darle una segunda oportunidad, pero debo confesar que me llegué a reír en un par de escenas.