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Ponle poca atención
1.3Nota Final
Historia
Guion
Actuación
Ritmo
Edición
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Pocas veces se puede ver una película en la que el único que no actúa es el protagonista y en la que el guion es torpe y malamente adaptado de una novela que está por cumplir dos siglos como Cuento de Navidad de Charles Dickens; pero Mauricio Ochman se esforzó y lo logró como un regalo de navidad para los suscriptores de Netflix, en la película olvidable de Reviviendo a la Navidad.

Reviviendo a la navidad, es la historia de “Chuy”, interpretado por Mauricio Ochman, que es condenado por un Hada Madrina, interpretade por el comediante Manu Nna, que lo obligará a revivir la Nochebuena y su cumpleaños, que se celebran el mismo día, hasta que aprenda a apreciar el verdadero significado de la navidad. Chuy invertirá muchas navidades y en cada una verá su vida pasar y perderá todo en su familia llena de privilegios hasta comprender y aprender a disfrutar de su familia sin prejuicios ni cuestionamientos.

Si vemos lo divertido de la película, identificamos que Manu Nna es quien se esfuerza por mantener el tono cómico de la trama. Probablemente fue el único actor en comprender que cada ciclo debía ser diferente y se debía sentir el paso del tiempo. Sus caracterizaciones y los ambientes son sketches cómicos que se disfrutan y rompen con el melodrama del resto de la historia que termina siendo una comedia romántica.

Lo que debemos preguntarnos es ¿qué fue lo que le pasó al director Mark Alazraki?, que en 2013 nos trajo Nosotros Los Nobles con una frescura en la comedia y drama en el cine mexicano y lo repitió con el fenómeno de Club de Cuervos. En 2022 pareciera que él es quién está repitiendo lo que ha hecho en sus últimos proyectos y un hada está por enseñarle a recuperar su talento.

El ritmo de la película es un desastre, hay fallas de continuidad obvias, hay cortes de tomas torpes que se sienten como brincos de imagen, cada actor está en diferente tono, algunos en melodrama, otros en drama, otros en comedia y eso impide que la historia mantenga una esencia básica en la historia. Los separa en lugar de lograr la cohesión que requieren.

Los valores de producción son muy pobres. El personaje de Ochman, supuestamente solo va a vivir los días de Nochebuena y su envejecimiento se aprecia solo en la peluca y en maquillaje de arrugas, nunca en el peso, proporciones ni en movilidad. Y las relaciones desastrosas con su familia se sienten clichés de cualquier telenovela mexicana. Pura forma, sin fondo ni causas.

Al haber visto una de las interpretaciones de Scrooge, está película está por demás. Ojalá Alazraki ni Ochman no repitan tanto su fórmula, que el público no aguantará el mal trabajo que ambos han presentado. Si quieres verla, te recomiendo que la reproduzcas de compañía, que no requiere de nada de la atención de ningún espectador. Otro ejemplo de que las relaciones públicas de Alazraki pueden más que el talento de quienes buscan fondos para nuevas historias.}

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