Durante el puerperio, conocido como “la cuarentena”, el desarrollo del bebé sigue dependiendo de la relación que tiene con su madre. La salud de la mujer durante esta etapa es fundamental para seguir brindando nutrientes y seguridad al infante. La presencia de una depresión posparto afectará a madre e hijo de igual manera, por ello, es importante el seguimiento a sus signos para dar una atención oportuna.

En sesión clínica ante personal del Hospital Materno Infantil de Mexicali, la doctora Marlen Rivera expuso que ciertamente la depresión es una enfermedad mental que es atendida por psicólogos y psiquiatras, pero que puede ser detectada oportunamente por personal de salud de diferentes áreas.

Indicó que se estima que 1 de cada 5 mujeres puede desarrollar depresión a lo largo de su vida, especialmente en los periodos de síndrome premenstrual, durante el embarazo, menopausia o posparto.

Los síntomas son: sentimiento de tristeza profunda, no tener un plan de vida estructurado, pérdida del interés en cosas que antes le gustaban o daban placer, pensamientos de muerte, pérdida de peso o apetito, pérdida de energía durante el día, insomnio o sueño excesivo.

Las mujeres que viven en situación de violencia doméstica, que consumen algún tipo de droga, tienen antecedentes de suicidio o episodios depresivos, tuvieron poco o nulo control prenatal, experimentan problemas de pareja, bajos ingresos, tienen edades extremas para dar a luz (o muy joven o muy mayor) son las que se consideran con factores de riesgo para desarrollar este padecimiento.

Explicó que en México la información disponible indica que la depresión posparto se presenta hasta en un 9 por ciento después del alumbramiento y hasta un 13 por ciento luego de 6 semanas del nacimiento. Entre otros factores asociados se encuentran una alimentación deficiente o inadecuada, parto prematuro, no dar seno materno o abandonarlo de forma temprana, falta de cuidado en la salud de la mujer y del bebé, entre otros.

“Las mujeres adolescentes y las que dan a luz por primera vez, sin importar su edad, podrían ser más susceptibles a presentar síntomas de esta enfermedad”, añadió.

Aclaró que la depresión posparto no se debe confundir con una situación de salud denominada “Baby Blues” que se caracteriza por un cambio en el estado de ánimo debido a las alteraciones hormonales, psicológicas y sociales de la mujer y que podría presentarse entre los 2 o 6 días después del alumbramiento. La intensidad y duración puede ser variable de un caso a otro, pero desaparecerá.

En cambio, la depresión puede presentarse incluso hasta meses después del nacimiento con los síntomas presentes casi a diario y con una duración mayor a las dos semanas. En cualquiera de los casos los familiares y la paciente deben estar atentas para pedir apoyo profesional de especialistas en salud mental.

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