Ernesto EslavaCada vez es más frecuente que Marvel y Disney utilicen a más personajes protagonistas de otras historias para reforzar y hacer más atractivas sus cintas, situación que pudiera resultar contraproducente pues hace sentir que los personajes carecen de fuerza para llevar una trama en solitario. Ese es un detalle que se nota en la nueva entrega de Thor.
Thor Ragnarok tiene buen ritmo, es atractiva, dinámica y colorida, probablemente es la que tiene más chistes y comedia de todo el Universo Cinematográfico de Marvel, situación que pudiera generar inconformidad en quienes exigen seriedad en las adaptaciones de cómics a la pantalla grande.
Creo que en los avances aprecié que la historia sería más profunda y divertida por tratarse del fin de Asgard y de darle importancia a Thor, pero la historia se termina contando desde una manera ágil y cómica, a final de cuentas está pensada para el público juvenil e infantil.
Es la tercera película en solitario del Dios del Trueno: Thor ahora enfrenta a su hermana Hela, diosa de la muerte y a Surtur, el demonio que le dará fin a Asgard ante su debilitamiento propiciado por la ausencia por años de Odín sobre los engaños de Loki.
Ante el enfrentamiento con Hela, Thor y Loki llegan al planeta Surtur en donde caen los desechos del universo y donde desde hace 2 años vive Hulk que se ha convertido en un gladiador campeón del torneo creado por el Grandmaster. Los tres deben conseguir su libertad para regresar en complicidad con una guerrera Valquiria a Asgard y salvar lo que queda de su tierra.
Cabe resaltar que las actuaciones son buenas, Cate Blanchett como Hela fue excelente, aunque no aparece tanto como el Grandmaster interpretado por Jeff Goldblum.
La película es recomendable, aunque podría pasar desapercibida a pesar de que podría ser la mejor película de Thor en los 10 años que lleva Marvel de construir su universo cinematográfico.
SPOILER ALERT.
Se nota que se regrabaron escenas pues Odín, el personaje de Anthony Hopkins participa en una escena con otro arte conceptual y en escenarios comunes que denotan que se apresuraron en grabar en lugares que parecieran Noruega. La escena contrasta con lo que ya se había visto en las fotografías filtradas en donde Odín luciría como indigente en Nueva York.