Ernesto EslavaMoana 2 es un descarado inicio de una saga que se va a repetir y autoreferenciar hasta el cansancio. Es más emocionante que la primera entrega estrenada en 2016, pero su guion e historia es más genérico que la película Encanto. Disney nos demuestra que sabe como hacer una saga, alargando una historia; pero también nos reitera que se le ha olvidado ponerle alma y vida a las secuelas de personajes entrañables. En la década de los 90, Moana 2 podría ser considerada una Película B de muy buena producción.
Moana ha crecido y ahora es la líder de su isla. Durante su ceremonia de ascenso tiene una visión, recibe un mensaje de sus ancestros para reconectar su isla con otras que fueron incomunicadas por un perverso dios que solo quería hacer que la comunidad del Pacífico sufriera. Moana emprenderá el viaje con una tripulación imposible y con la ayuda del semidiós Maui, lograrán la meta que les fue revelada.
Dos estrellas de cinco; no se dejen engañar y esperen a que salga en Disney Plus. Lo más sobresaliente de la película es la animación y el ritmo en la que está editada la historia.
La técnica de animación es mejor que en la primera entrega de 2016, con mejores texturas y colores más vibrantes; además de una mejorada propuesta en el movimiento del agua y su interacción con el entorno.
En el ritmo, hay dinamismo en los cambios de toma, en la agilidad en la que avanza la historia y cambian de escena. Moana 2 es mucho mejor película de acción que la primera, hay batallas, piruetas, coreografías y aventuras en el alta mar que la hacen interesante; pero la simpleza del guión es lo que termina colocando a la historia en una propuesta genérica.
Recordemos que la primera entrega de Moana fue una respuesta a la Sirenita y que incluso en los momentos musicales se intentó retratar. Pero en Moana 2, los musicales resultan olvidables; ninguna supera a la canción «De nada» de Maui; todas las propuestas son totalmente olvidables. A Disney se le olvidó que gran parte de su capital son las canciones y su impacto cultural; es lo que el público replica y la mejor herramienta publicitaria sin necesidad de comprar algún juguete.
Pero el final de la película es lo peor; es donde Disney revela que Moana 2 originalmente sería una serie de plataforma; un cierre donde Moana descubre que hay otras islas que conectar con la suya y se tendrá que repetir a aventura de la primera y la segunda parte, que además entre ellas son muy parecidas. Si viste la uno, ya viste la dos y por ende, ya viste las que vendrán. Desde ahí, que no vale la pena irla a ver al cine.
La directora y guionista Dana Ledoux Miller y los otros directores: David G Derrick Jr y Jason Hand; al igual que los guionistas Jared Bush y Bek Smith, hicieron bien su trabajo, alargar innecesariamente una historia, llenándola de acción y dejando hueca una historia saturada de villanos bidimensionales, sin motivaciones y personajes secundarios inútiles sin carisma; como los aldeanos que acompañan a Moana en la travesía, tan olvidables que nadie recordará sus nombres, incluso a la «hermanita de Moana».