Ernesto EslavaLa casa productora Dreamworks ha levantado la mano en la batalla de la animación y destronar a Disney de su reinado en el mundo del entretenimiento. Paradójicamente lo hace con una historia donde una sirena es la villana, pues fue una sirenita la que salvó a Disney para conservarse como líder en las historias animadas desde 1989. Krakens y Sirenas, conoce a los Gilman, es una nueva franquicia que amenaza con fortalecer a los creadores de Shrek.
Conoceremos a Ruby Gilman, una tímida e insegura kraken adolescente preparatoriana que vive con su familia entre los humanos. Ruby descubrirá que al tocar el agua salada se convierte en un gigantesco kraken y que es la heredera del reino marino. En la antesala del baile de graduación, su dualidad y sus cambios le atraerán problemas con sus amigos, con su pretendiente y con su familia. Ante sus inseguridades se hará amiga de la sirena Chelsea Van Der Zee, que la convencerá de traicionar a su madre con el fin de lograr la supuesta paz entre los Krakens y Sirenas.
En general, es una típica historia de adolescentes en una preparatoria norteamericana. La historia es básica y el guion está bien ejecutado. Los chistes funcionan salvo el hecho de una burla reiterada a los canadienses que a pocos les causa gracia y hasta se siente como discriminación por parte de los directores Kirk DeMicco que nos ha traído a los Croods y Un jefe en pañales; y Faryn Pearl que participó en los Trolls.
Hay que ponerle atención a la animación hiperrealista. Dreamworks demuestra que ha mejorado en sus técnicas y en Krakens mezcla texturas de materiales urbanos con el volumen y el flujo del agua en un claro desafío a la pobreza con la que se animó a la nueva versión de la Sirenita de Disney.
Sorprende la combinación entre las escenas en la ciudad y en el hogar de los Gilman donde las texturas y proporciones son realistas, los encuadres logran comunicar y crear atmósferas. Por ejemplo, los días con neblina en donde se siente el ambiente húmedo y los personajes bien definidos e integrados. La animación del agua es otro acierto, tanto en la parte superficial como en el interior donde la oscuridad no es obstáculo para la flora y la fauna.
En el guion de Pam Brandy, Kirk DeMicco y Elliot DiGuiseppi, también se nota otro desafío contra Disney. Krakens aborda los cambios en una adolescente, su relación con sus amigos y la familia; tal y como se desarrolla en la película de Disney Plus: Turning Red. En contraste, en Krakens se invita más al diálogo entre la familia y encontrar puntos de equilibrio; mientras que en Red está acentuado el pleito eterno entre madres contra adolescentes.
Los niños de secundaria y adolescentes de preparatoria se podrían sentir más identificados con la historia de Krakens por los dilemas y dinámicas previos al baile de graduación; así como los cambios hormonales, físicos y de humor que se presentan junto con los cambios sociales en la edad difícil.