Joker es una tragedia, un drama inspirado en los cómics de Batman, es una nueva historia de origen del villano que durante su historia ha presentado diversos inicios trágicos que lo han llevado a ser un asesino, un capo de la delincuencia organizada o un delincuente que solo busca el caos. En la película de Todd Philips vemos un nuevo perfil, más humano, más inestable, más cotidiano.
Guasón es la historia de Arthur Fleck, interpretado por Joaquín Phoenix, un hombre con serios problemas psicológicos que reacciona con carcajadas a la presión de amenazas. Su inestabilidad emocional se verá dañada con la falta de atención psicológica por parte de programas del gobierno, por el extraño descubrimiento de un secreto que le guardaba su madre y por un delito en el que se involucró al ser despedido de su trabajo. Las tragedias en cascada y la falta de medicamentos lo harán perder el control y tener alusinaciones que contagiarán a los habitantes de Ciudad Gótica ante un ambiente desesperanzador, listo para el caos.
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Joker es una película cruda, parecida a la realidad, hay problemas serios y cotidianos que nos permiten caer en cuenta sobre la salud mental de la sociedad. Se nota el hartazgo, la desigualdad, se ven a los políticos apáticos y con frases que insultan, representados por Thomas Wayne, interpretado por Brett Cullen, padre de Bruce Wayne, el futuro Batman.
Aunque la película es gore, violemta y cruda tiene comedia que incomoda, los guionistas y el director Todd Philips tuvieron las habilidades para dejar en el público la decisión sobre lo que es real y lo que es una alusinación en la historia. Algunas escenas las podemos definir fácil, pero en otras hay un lenguaje sutil que no es obvio. El guión y esas historias paralelas entre la realidad y la fantasía con una frontera tan ligera es de lo mejor de la historia que permite mantener las múltiples interpretaciones de la historia.
Solo encontré una inconsistencia y es en el penúltimo discurso del Joker, en el que habla con el conductor de televisión Murray Franklin, interpretado por Robert De Niro, en el que siento que Arthur Fleck cobra una dimensión desproporcionada a lo que nos habían presentado y de pronto es un gran crítico social y económico. La escena me hace pensar que es parte de las alucionaciones que le dan vida al personaje Joker pues Murray representó la figura paterna de Arthur que necesitaba sepultar para resugir más violento.
Joker sí es de las mejores películas que he vsito, tiene una alta calidad como la del personaje que encarnó Heath Ledger en 2008, Joaquín Phoenix entregó otra calidad, otro perfil y construyó una personalidad temible y fuerte en otros sentidos.
El diseño de producción es completo, es estético, es colorido, transmite, proyecta belleza pero desastre, muestra una Ciudad Gótica en decadencia con toques de los 20 y de los 80, lo que ayuda a que la fotografía luzca y la edición permite que todo sea ágil y se comprenda la historia y se aprecien los detalles.
Joker puede funcionar para quienes no conozcan al personaje o a Batman, lo fuerte del guion es que la historia está bien contada y construída que puede avanzar acompañando al público. Pero quienes conozcan y gocen de Batman, podrán disfrutar los detalles y referencias de los personajes y actuaciones comprometidas con la historia.
Tan rico y enigmático es el personaje que es dificil definir si Joaquin Phoenix es el mejor Joker, pero seguramente sí es uno de los que estará como referente en la cultura pop.