La película mexicana Día de Muertos es decepcionante, la historia es un reciclaje de las películas en las que se habla de revivir a los muertos por capricho o melancolía. Tras la pequeña polémica contra Coco sobre un supuesto plagio del nombre y guión, creí que la mexicana tendría una propuesta interesante que terminó en una cinta que no le recomiendo a nadie.
Día de Muertos es la historia de Salma, una bruja que logró nacer y sobrevivir gracias a que su abuela burló a la muerte. Salma no lo sabe y está obsesionada en colocar un altar de muerto para conocer a sus padres que murieron cuando ella era una bebé, pero su abuela le prohíbe abrir ese portal entre el mundo de los vivos y los muertos porque desataría una maldición que hizo un brujo con el que tuvieron contacto sus padres y que había hechizado al pueblo de Santa Clara para que nadie muriera.
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La historia es un enredo, es un cliché de películas en las que alguien quiere revivir a los muertos o que busca la vida eterna por melancolía, en una trama con motivos de día de muertos. Los guionistas quisieron inventar su propia mitología del día de muertos y se perdieron en el intento. Recuerdo cuando emitieron opiniones sobre Coco de Disney en la que señalaban que pelearon el nombre y hasta acusaban de plagio a la animadora de California. Siento que sí sus esfuerzos de difamación se hubieran concentrado en el guion, ahora estuviéramos viendo un producto que se alejaría de la pena ajena y el olvido.
La historia es un desastre, el diseño gráfico de los protagonistas es genérico, una mujer de 18 o 19 años con demasiadas curvas. Hay un ajolote sin nombre y sin protagonismo y tres calaveras juguetonas que solo sirven para decorar. Les quedó grande Coco, hay millones de años luz en el guion y en la animación. En la animación lo puedo comprender, pero la creatividad se nota que carecemos de lo fundamental para contar historias.
El guion está lleno de coloquialismos mexicanos, frases hechas, hablan un pésimo español, abusan del humor de pastelazo, como golpes y persecusiones cómicas y sin sentido. Se nota que no hubo un estudio de nada. Lo peor es que se iba a estrenar en 2017 y tuvieron dos años para arreglar el desastre que no tiene ningún sentido.
La animación puede destacarse, hay ambientes que se salvan, panorámicas dignas, pero los movimientos de los personajes son sumamente torpes. Insisto en que si no dominan el 3D, no lo usen, practiquen en proyectos privados y no financiados con nuestros impuestos.
Y el “lip sing” o sincronía de labios en los doblajes es pésimo, de lo peor que he visto. Fernanda Castillo nos demuestra que no funciona para el doblaje o los animadores nos demuestran que no sirven para hacer que los personajes gesticulen. Insisto, si no saben animar películas en 3D, simplemente no lo hagan.
En la película le quisieron hacer un homenaje a la actriz del cine de oro mexicano: Sara García, bueno, hacer una parodia no es un homenaje. Por tanto: pésimo servicio.
Qué lástima de esfuerzo, nadie querrá ponerla en su altar, nadie quiere que esta película regrese del otro mundo a visitarnos. Gracias, no.