Excelentes actuaciones, buenas canciones, una alucinante fotografía es lo que acompañan a un desastroso guion en la película Joker 2 del director Todd Philips. Es innegable que la premisa es interesante pero la ejecución termina siendo tediosa. Folie à deux, locura compartida, es una historia lenta bien fotografiada con buenos musicales, que se sienten forzados que no terminan de ensamblar en una película grotesca.
Joker dos, nos lleva al hospital psiquiátrico Arkham de Ciudad Gótica en la que Arthur Fleck, interpretado por Joaquin Phoenix, es canalizado tras que su defensa argumenta que los cinco ataques de los que se le acusa son responsabilidad del Joker, una personalidad que Arthur habría desarrollado tras la violencia y abusos durante su vida. En el proceso vivirá un romance con otra interna que participa en los talleres musicales, Lee Quinzel, interpretada por Lady Gaga. Ambos conectarán, Quinzel se enamorará de Joker y la música los hará sumergirse en alucinaciones y en una realidad alterna.
Dos estrellas de cinco, hay una clara ecuación en la que Todd tuvo todos los elementos y la entrega por entregar una buena película pero los huecos argumentales, la carencia de cohesión entre los personajes y el ritmo lento, nos lleva a una historia que pudo haber sido un buen video musical.
Si hablamos de las actuaciones, Phoenix, Gaga y el resto de los personajes logran replicar el tono crudo de la primera entrega. Pero los guionistas Scott Silver y Todd Philips fallan en mostrar las motivaciones y profundidad tanto de Arthur como de Quinzel. Sobraron escenas grotescas y faltaron argumentos.
La fotografía también es bellísima, luce Nueva York, luce Ciudad Gótica, hay un homenaje al estilo de la década de los 60; se puede sentir el homenaje a las películas de Batman de Bob Kane con un arte derivado de la propuesta gótica de Tim Burton desde el 89. Pero la ambientación es insuficiente para sostener una trama de más de dos horas.
Incluso las canciones compuestas y cantadas durante la película son buenas, hay profundidad, letra, sentimiento; pero se sienten forzadas. En la sala escuché mucha gente roncar, y esa es pésima señal ante un personaje tan emblemático de DC Comics.
En Joker 2 también se abordan temas de salud mental, pero es muy ligero, no se profundiza, no hay una evolución del personaje desde la primera entrega. Fallaron en el guion y de ahí la inconformidad de los fans que contrastan con los 12 minutos de aplausos en el Festival de Venecia contra los bostezos y ronquidos durante dos horas en la función a la que asistí.