Baja California no reúne las condiciones óptimas para emigrar al color “naranja” en el semáforo sanitario de la «Nueva Normalidad», coincidieron el gobernador Jaime Bonilla Valdez y el secretario de Salud del Estado, Dr. Alonso Pérez Rico.
Al reiterar que la entidad estará la próxima semana en color «rojo» (del 20 al 26 de julio), aun cuando el Gobierno Federal propuso el cambio en la coloración, el mandatario estatal aseguró que la decisión de esperar más tiempo es derivado de “varias situaciones que ponen en alerta al estado; lo que se busca es ser responsable en las acciones y sobre todo proteger la salud de los habitantes».
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Tanto el jefe del Ejecutivo estatal como el titular de Salud, comentaron que el vecino estado de California, Estados Unidos, durante los últimos tres días registró 22 mil contagiados por COVID-19; y que, además, por el lado mexicano, Baja California colinda con Sonora, que es uno de los estados con más contagios; y que lo colocaron en “naranja”.
«Es importante esperar una semana más, para ver cómo se comporta la comunidad; yo soy una persona convencida de que se debe echar a volar la economía, pero no poniendo en riesgo a la gente», puntualizó el gobernador Bonilla Valdez, en su video-conferencia matutina.
Enseguida intervino el Dr. Pérez Rico para abundar, «…si Baja California acepta las condiciones y las acciones en ´naranja´, les garantizamos que vamos a estar en ´rojo´, en una o dos semanas; ya que estamos rodeados de riesgos, tenemos municipios con alto índice de activos», lo anterior, al referir que nueve entidades del país “regresaron a color rojo”.
En este contexto, el titular de Salud presentó las condiciones actuales de los municipios del Estado; en el caso de Tijuana, dijo que se han dado aperturas graduales, pero que es importante que la población disminuya su movilidad; Mexicali, sigue siendo el epicentro de la pandemia y aseguró que, si se permiten aperturas, es garantía que la situación se saldría de control.
Abundó que Ensenada no ha logrado llegar a su ápice, “sigue con aumento en el número de casos, aunque ya no tan acelerado”. En Tecate está controlado, sin embargo Playas de Rosarito está registrando más pacientes que cuando Tijuana estaba en su «pico máximo»; mientras tanto, San Quintín mantiene controlando sus brotes.