La nueva versión de Dumbo es lo mejor que ha hecho Disney con sus versiones Live Action de sus clásicos. Tiene un guión completo y complejo, una historia profunda, actuaciones interesantes y un diseño que evoca al estilo de Tim Burton con guiños al futuro vintage. En general es una película que propone y que puede ser la que marque a una generación por la carga emotiva.
Dumbo es la historia del paqueño elefante que nace en el circo de los hermanos Medici, un bebé que nace con las orejas grandes, un defecto que lo ayudará a volar y así se convertirá en un atractivo para el público y para otros circos. Dumbo es separado de su madre y la elefante es vendida, los niños que lo cuidan le prometen reunirlo con su madre y volverla a comprar a cambio de que Dumbo aprenda a volar y haga espectáculos para conseguir el dinero. La venta del circo de los Medici a un parque de diversiones y el reencuentro con su madre complicarán las cosas y el nuevo dueño del circo tratará de separar definitivamente a Dumbo de su madre y para que el pequeño orejón no se distraiga de su trabajo. La maldad pondrá a prueba los valores familiares de los niños Milly y Joe Farrier, interpretados por Nico Parker y Finley Hobbins, así como su padre Holt Farrier interpretado por Collin Farrell que enfrentará la codicia de Max Medici, interpretado por Danny Devito y a su socio de Sueñolandia: Vandevere, interpretado por Michael Keaton.
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La historia no tiene pierde, la estructura es la misma que la caricatura de 1941 y está inspirada en la época de principios del siglo XVIII en el sur de Estados Unidos. El arte y diseño de producción resalta por conservar el estilo gótico de Tim Burton y mezclarlo con un estilo californiano y metálico que caracterizó a las series de dectives de los 70. A resaltar el universo que se crea para contar la historia, tanto el circo de los hermanos Medici como Sueñolandia que luce un espacio amplio y detallado que cobra protagonismo y personalidad. Tim Burton pierde su lado artesanal para producir pero gana madurez en la técnica digital, Dumbo es un avance en su carrera.
El guion hace entrañable a la película, la construcción de cada personaje es compleja y profunda, las actuaciones tienen cohesión y química, se notan los motivos de cada personaje. Se evoca poco a la película clásica y la nueva versión busca marcar su propio destino. La historia es emotiva, inocente, tiene múltiples niveles de mensaje que permitirá tomar la moralejas diferentes.
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Dumbo merece ser vista varias veces en la pantalla grande, probablemente ahí nos encontraremos.
** De hecho, es un ejemplo de cómo hacer una live action, para que le avisen a los directores de El Regreso de Mary Poppins.