Ernesto EslavaLos retos juveniles de un hombre gay en la preparatoria es lo que se ve en: Yo, Simón. Es la historia de un estudiante frustrado y presionado por las mentiras que dijo al tratar de protegerse al ocultar sus preferencias sexuales. Una historia bien contada, sólida pero con una secuencia muy vista que arriesga poco.
Simón es un joven homosexual que encuentra en el Internet el anonimato necesario para revelarse y encontrar apoyo e inspiración en otro estudiante de la comunidad LGTB que también esconde su identidad en el anonimato. Tanto Simón como su amigo anónimo de comunican por correos electrónicos, se animan, se emocionan y se enamoran, pero todo se complica cuando uno de los compañeros de escuela descubre esta comunicación.
En la historia veremos cómo Simón tratará de esconder sus preferencias ante su familia, sus amigos y sus compañeros de escuela luego de que uno de sus compañeros lo chantajea para que le ayude a conquistar a una de sus amigas a cambio de no revelar correos electrónicos anónimos. El chantaje provocará una serie de mentiras que complicarán la vida de Simón.
De hecho, el chantaje es lo único que no cuadra en la historia, porque cualquiera pudiera negar un correo electrónico anónimo a nombre de un personaje ficticio, ya que tanto Simón como su amigo usaban nombres falsos.
La trama corre rápido con un buen ritmo y bastante sólido en el desarrollo de cada personaje. Se comprenden muy bien los motivos de cada compañero de Simón, de los padres, de la hermana, de los amigos y de ese personaje anónimo que también busca revelar su identidad sexual. La historia no se complica pues los conflictos son comunes y las soluciones son cursis.
Me atrevo a decir que lo atractivo de la historia es que los protagonistas son LGTB, porque los conflictos de traición pueden darse entre heterosexuales y son tan comunes que perderían importancia. Por eso comento que la trama ya está vista, que la historia resulta común en escencia pues habla de la amistad, del amor y de las traiciones por conservar un secreto.
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Yo, Simón sí es recomendable, aunque sea cursi y predecible, sí es interesante. Va para quienes sean LGTB, para los padres, amigos o familiares de alguien de la comunidad. La película puede resultar un referente para las próximas historias juveniles pues incluir a personajes LGTB sin caricaturizarlos será una constante. Creo que Yo Simón aprovechó bien la nominación de Call Me By Your Name a los premios Oscar, como Mejor Película pues abrió un área de oportunidad que no debe perderse.