A México llegaron las marcas de gasolina extranjeras y aunque le apuestan a fortalecer la competitividad, en lo que resta de 2018 sólo han engañado al público necesitado de una mejor atención y productos de calidad. A Tijuana llegó Arco de Chevron y British Petroleum que reactivaron estaciones a punto de cerrar.
Dejemos en claro que será hasta 2018 cuando las gasolineras internacionales puedan importar combustible a México, es decir gasolina que directamente va al público. Actualmente Pemex es insuficiente y ya importa gasolina, pero Petróleos Mexicanos es quien mezcla, procesa y distribuye. Para 2018 la gasolina podrá venir de cualquier parte del mundo e ingresar a México, pero hasta entonces, todo lo que se consume es Pemex, la única diferencia es la marca de la estación de combustible.
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¿Cuál es el truco de las gasolineras?
- Gozar de prestigio internacional y hacer pensar que la gasolina es de mejor calidad y no rebajada cuando es totalmente lo contrario.
- Las gasolineras internacionales tienen permitido mezclar sus combustibles con otros químicos para hacer rendir la gasolina o disminuir la contaminación. Exactamente es lo que hacen en México pero con gasolina Pemex, sólo le agregan un aditivo.
- Los consumidores en México siempre nos hemos quejado de las gasolinas de mala calidad, rebajadas y del suministro de «litros de a litro», pero con las nuevas gasolineras les hemos permitido diluir la gasolina.
- Arco y British venden 1 litro de gasolina a 17 pesos (por ejemplo) pero realmente te venden un litro de fórmula. El automovilista termina pagando 100% de gasolina, cuando realmente le dan 80 a 90% de combustible y 10% o 20% del aditivo especial que hace rendir la gasolina Pemex suministrada en una bomba con marca extranjera.
- Entonces, si la gasolina puede ser alterada con aditivos ¿Por qué no compramos nuestra gasolina pura y pagamos aparte por la cantidad de aditivo que necesitamos para que rinda más la gasolina?
- Actualmente Acron y Chevron venden aditivos para la gasolina, cualquiera los pueden comprar aparte y probablemente sean los mismos con los que mezclan su gasolina.
Este artículo puede sonar chairo, exagerado o paranoico, pero los mismos gerentes de Arco y de British en Tijuana han comentado el detalle de los aditivos que a pocos les ha llamado la atención, porque al permitirlo, propiamente estamos permitiendo que las gasolinas sean rebajadas o alteradas. Entonces ahora Profeco deberá revisar que los suministros sean los correctos y los químicos cumplan con lo básico para la combustión y rendimiento de un auto.
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Obviamente no estoy justificando ni defendiendo a Petróleos Mexicanos ni a los propietarios de las estaciones que tuvieron malas administraciones, salvo algunas excepciones. Pemex lo hizo mal y el público está urgido de buen trato y producto de calidad y ahora hay quienes prometen dar la ilusión de ese servicio. Digo prometen porque hasta 2018 veremos cómo es que llegará la gasolina extranjera y se cuidará su calidad.