Ernesto EslavaMuy divertida y profundamente atrevida es El Hombre perfecto, una película alemana de María Schrader y del guionista: Jan Schomburg basados en la historia corta de Emma Braslavsky. Si quieren ver una comedia romántica actual ambientada con situaciones tecnológicas actuales, consideren buscar y encontrar El Hombre Perfecto, I’m your man. Es una historia que nos hará reír y reflexionar.
Alma, interpretada por Maren Eggert, es una investigadora relacionada con la arqueología que, para conseguir recursos para sus próximas investigaciones, acepta ser parte de un experimento para evaluar los derechos de los robots de compañía y por tanto deberá vivir por tres meses con Tom, interpretado por Dan Stevens, un robot humanoide programado y manufacturado al gusto y preferencias físicas y sociales de Alma. La investigadora deberá analizar si es factible que los robots puedan ser la compañía para seres humanos y definir los derechos que se les deberán garantizar. Lo que descubrirá en tres meses será la complejidad de los seres humanos para aceptar compañía y que los humanos asumimos al caos como parte de la empatía.
La película me pareció muy graciosa. Cada escena en la que Alma dialoga con Tom y el resto de los personajes nos evoca un nuevo dilema sobre nuestra propia realidad y el apego que tenemos con la tecnología. María y Jan, los dos guionistas tuvieron los cuidados suficientes para incluir visiones futuristas sin mostrar productos o gadgets, por lo que privilegian el espíritu tecnológico que hará que la película envejezca bien y los dilemas sociales se mantengan intactos por más tiempo.
Constantemente vemos como el caos es parte de la empatía que tenemos los seres humanos en nuestras relaciones y que el cortejo en pareja es tan complejo como las interpretaciones que dan los participantes en todos los niveles de comunicación. Por momentos pareciera que los robots humanoides son una buena opción como compañía de algunos humanos, lo cierto es que la película nos coloca variados y complejos escenarios que al final cada uno puede lograr su propia resolución a pesar de lo que define la protagonista.
Me divertí bastante, creo que la película tiene un ritmo ágil y que las actuaciones son oportunas y dramáticas que pese a tener que leer los subtítulos, la secuencia de hechos nos lleva y envuelve en los dilemas de Alma.
Lo que se debe destacar es que la película que dura dos horas y solo intervienen 18 personajes y solo en cinco escenas se aplican efectos especiales. Es un ejemplo de que el guion es lo más importante de una historia y que con una dirección adecuada e iluminación profesional se pueden lograr piezas impactantes y profundas, tan emotivas que logren ser entrañables. Sumando que el final es tan abierto como poco condescendiente con el público.
La cinta alemana estuvo en la sala de arte de algunos cines, pero si no la encuentras en cartelera, busca y exige para encontrarla y disfrutarla en las plataformas de streaming.