Emocionante, divertida y atrevida es Avengers End Game, la conclusión de la tercera fase del Universo Cinematográfico de Marvel. Son tres horas que fluyen y avanzan con un ritmo ascendente que hace que el inicio sea lento y emotivo y el final sea intenso y lleno de acción.
Los vengadores originales son los protagonistas que buscarán salvar al universo y regresar a la vida a sus seres amados y a la mitad de la población que desapareció luego del chasquido de Thanos, el titán loco que creía que el exterminio era la solución para lograr el equilibrio. Los vengadores buscarán recuperar las gemas del infinito para revertir lo que hizo Thanos en el pasado y arriesgarán todo por hacerlo así, sin importar lo que pierdan.
La trama tiene un ritmo ascendente, el primer acto es el más emotivo, el segundo es una aventura de detectives y en donde lograremos comprender el thriller y el tercer acto es el que está lleno de acción. Algunos problemas se resuelven fácil por lo que no es recomendable que salgas de la sala para disfrutarla toda.
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Los actores originales tienen una participación épica. Thor vuelve a reinventarse y probablemente sea el tema de conversación y cause controversia. Las referencias son alegres, cómicas, interesantes y divertidas. No hay personajes nuevos.
El guión está bien construido, no tiene huecos pero algunas soluciones son predecibles que será la queja de mucho fanáticos exigentes que han leído los cómics. Aún así hay referencias de los cómics que son poco conocidas y alegrarán a los fanáticos.
Quienes cierran su ciclo, lo hacen de una manera digna, emotiva e interesante. Más de 3 veces gritarán en la sala, probablemente haya lágrimas y el sentido del humor está tan equilibrado que considero que tiene el balance que la primera de Guardianes de la Galaxia.
No hay escenas postcréditos. Para mí, toda la película es un gran poema a los fanáticos.