Recomendable
3.7Nota Final
Historia
Guion
Animación
Ritmo
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Es sorprendente la carga dramática y sentimental que logra proyectar la película muda y de animación: Robot Dream, mi amigo robot; que sorprendió por su nominación a los Oscar en 2024 del director Pablo Berger. Esta película de dos dimensiones logra una mezcla de técnicas que podríamos considerar que es 2.5 D. El hecho de que no haya diálogos, solo ruidos, letreros y música, nos hace concentrarnos en los detalles que suman en cada escena.

Mi amigo robot, nos narra la vida de Dog Varon, un perro que decide comprar un robot amigable para poder enfrentar su vida solitaria en Ocean Beach, una ciudad de un Nueva York retro futurista con bastas referencias a la década de los 80, en el que es difícil crear lazos de amistad. Ya afianzada la amistad, ambos deciden acudir a la playa sin contar con que Robot se oxidaría; Dog intenta reanimarlo para regresar a casa, pero lo abandona para regresar cuatro meses después, hasta el primero de enero que las playas estén abiertas, pero en ese tiempo ambos tendrán que experimentar las consecuencias, Dog buscará nuevas amistades y valorar lo que había logrado; Robot, enfrentar el abandono, la frustración y la decepción.

La historia se siente ligera porque es una adaptación de la novela gráfica infantil de la norteamericana Sara Varon; lo que hizo Berger fue contarla y lograr 120 minutos en cine mudo con una gran profundidad que logra divertir y emocionar. Tres punto cinco estrellas de cinco, el mérito definitivamente es más la técnica de animación que la complejidad de la trama.

Robot Dreams es una película familiar, la historia ligera y clara permite profundizar en algunas subtramas que nos llevan a la comedia, a la tragedia y al crecimiento de nuestros personajes en la búsqueda de nuevas relaciones. Hay un detalle que puede ser tierno, inocente e infantil, y es que la ingenuidad de Robot lo lleva a buscar tomar la mano de Dog como muestra de cariño.

Tal vez, la película nos habla de la dependencia que le tenemos a la tecnología como un refugio para nuestros sentimientos, inseguridades y emociones; también nos puede hablar del egoísmo con el que decidimos rendirnos y pensar que las amistades las podemos comprar, desechar o desistir sin consideraciones. No por ser una película infantil, deja de ser compleja y profunda en su lectura.

En los premios de la Academia, en los Oscar 2024, fue la segunda película nominada hecha en dos dimensiones. Considerando que la ganadora a mejor animación fue El niño y la Garza de Hayao Miyazaki del estudio Ghibli; el director Berger sorprendió por el dominio de una técnica de iluminación, tanto de luz como de color que permite jugar con los planos, el volumen y las dimensiones o proporciones en los emplazamientos de las escenas en las que cuidan el detalle y se notan los procesos creativos.

La falta de voz es un gran elemento narrativo, poco explorado en el cine actual, pero con el guion bien afianzado, la construcción de personajes afianzada y una sincronización en la musicalización, le dan una fuerza auténtica, que hacen a Mi amigo robot, una película obligada en familia.

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