Caro, pero muy caro le costó a la Alcaldesa de Tijuana, Monserrat Caballero Ramírez, sus recientes declaraciones ante los actos terroristas registrados este mes en diversos puntos en la ciudad, donde vimos arder más de una docena de automóviles y autobuses que en su momento fueron arrebatados a los ciudadanos de bien por parte de criminales que quebrantaron el orden y el estado de derecho.

Y es que no es para menos, decir abiertamente que los delincuentes cobren sus facturas a quienes se las deben, es prácticamente aceptar que el cobro de piso impera en esta ciudad fronteriza, por lo que esas declaraciones corrieron como pólvora a nivel nacional e internacional.

Hay que decirlo y subrayarlo, fuimos la vergüenza total a través de los medios de comunicación que replicaron las palabras de quien hoy todavía lleva las riendas de este importante municipio en el País, y digo todavía porque ya empezaron a surgir las voces que van más allá del despido del Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Tijuana, o del propio Director de la Policía Municipal, muchas personas quieren la renuncia de la Alcaldesa.

Hubo por ahí quien le dijo al oído a la Alcaldesa que no pasaba nada, que sus declaraciones habían sacudido al País, y en eso no se equivocó quien la asesora, definitivamente lo logró, en corto tiempo fue tendencia en Twitter, la misma red social que rápido la desbarató con cientos de comentarios negativos de personas que no daban crédito a lo declarado por la Presidenta Municipal.

Peor aún, más se siguió enredando Monserrat Caballero al atender las entrevistas de muchos medios de comunicación nacionales que la buscaron para hablar de sus declaraciones públicas, y ésta volvió a reafirmar el error de sus palabras, en un intento fallido de recomponer la ya tan desgastada imagen a 10 meses de Gobierno.

La prudencia definitivamente se esfuma ante la soberbia de la Alcaldesa de Tijuana, nuevamente fracasó su línea de comunicación al declarar ante la prensa local tras la reciente aparición de restos humanos junto a una pancarta en donde delincuentes la pusieron como referencia en los ajustes de cuenta en alusión a que paguen quienes tienen deuda pendiente con los criminales.

Salió a declarar que su vida y la de los tijuanenses se encuentran en estos momentos en manos del Fiscal General de Baja California, Ricardo Iván Carpio, a quien la Presidenta Municipal de Tijuana le aventó la bolita para que nos diga quién o quiénes son los que hicieron tan lamentable mensaje criminal.

A Monserrat Caballero se le olvida que, dentro de muchas funciones, una de ellas es precisamente la de denunciar, perseguir y castigar a quien atente contra la tranquilidad de la población, precisamente esa sociedad que ya llegó al hartazgo de ver la poca preparación y experiencia que en tan poco tiempo la Alcaldesa reflejó ante uno de los problemas que más aquejan a los tijuanenses, y esa es precisamente la inseguridad.

Su asesor o asesores de comunicación, más allá de ayudarla, la han hundido, lamentablemente la Presidenta Municipal lejos de levantarse, sigue cayendo del agrado de la población, tan sólo basta con revisar la reciente encuesta de Mitofsky, la única casa encuestadora que por cierto ella reconoce como la más prestigiada y veraz.

Pues esa misma casa encuestadora de nueva cuenta en el mes de agosto la ha reprobado como Alcaldesa, entre más de 150 presidentes municipales evaluados en México. En Baja California, Monserrat Caballero se encuentra alojada como una de las dos peores evaluadas, sólo por encima de la Alcaldesa de Rosarito Araceli Brown, quien ocupa el último lugar.

Esta encuesta le da a Monserrat Caballero una calificación de 47.6 por ciento, lo que quiere decir que menos de la mitad de la población de Tijuana la aprueba y la gran mayoría la tiene moralmente reprobada.

Si la Alcaldesa continúa siguiendo la estrategia de comunicación de sus asesores, terminará por hundirse más y entonces sí será muy pero muy tarde poder esquivar las voces que piden su renuncia a la presidencia municipal o bien alentar a otros a solicitar formalmente su juicio político ante el Congreso de Baja California, donde por cierto la gran mayoría de los Diputados locales la ven con desagrado y no dudarían en levantar la mano para que abandone la Alcaldía.

¿Quién asesora a Monserrat Caballero?, si se lo recomendaron, se lo impusieron o ella misma lo seleccionó, lo cierto es que resultó un mal acierto, provocándole una caída estrepitosa a 10 meses de Gobierno, imagínese usted estimado lector lo que allá afuera la gente refieren de ella, la decepción absoluta entre sus votantes, incluidos los de Morena, y eso que no va ni un año, espérese al segundo si no es que termina por renunciar o bien desaforada, saliendo por la puerta de atrás del Ayuntamiento de Tijuana, al tiempo.

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