En la ardiente ciudad de Mexicali, donde el sol parece competir con el asfalto, existe un refrán que se ha grabado en la memoria colectiva como un tatuaje de calor. Esa expresión es: “¡Hubieras venido ayer!”.
Pero, ¿de dónde proviene esta frase y qué la hace tan característica de los cachanillas?
El Calorón Inmortal
- El calorón, ese abrazo abrasador que envuelve a Mexicali durante los meses de verano, es legendario. Las temperaturas alcanzan niveles épicos, y el asfalto parece derretirse bajo las suelas de los zapatos. En medio de este horno terrenal, los habitantes de Mexicali han forjado una respuesta ingeniosa al inevitable comentario sobre el clima: “¡Hubieras venido ayer!”
El Origen
- La historia detrás de esta expresión es tan antigua como el sol mismo. Se dice que un viajero llegó a Mexicali en pleno verano y, al sentir el calor sofocante, exclamó: “¡Qué calor hace aquí!”. Un lugareño, con una sonrisa pícara, le respondió: “¡Hubieras venido ayer!”. Desde entonces, la frase se ha convertido en un mantra local, una especie de bienvenida irónica a los forasteros.
El Sentido Oculto
- Pero, ¿qué significa realmente? Más allá de la obvia referencia al clima, “hubieras venido ayer” encierra una sabiduría ancestral. Es un recordatorio de que, en Mexicali, el tiempo es relativo y el presente siempre está en llamas. Ayer, hoy y mañana se funden en un continuo de calor y sudor. Así que, si alguna vez visitas Mexicali y te quejas del calor, prepárate para escuchar la respuesta: “¡Hubieras venido ayer!”
El Desafío
- Los cachanillas, con su humor único y su resistencia al calor, han convertido esta expresión en un símbolo de identidad. Es un desafío amistoso, una invitación a enfrentar el sol con valentía y a abrazar la intensidad de Mexicali. Así que, queridos viajeros, si alguna vez llegan a esta tierra ardiente, recuerden: “¡Hubieras venido ayer!”
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