Los reporteros, periodistas, medios de comunicación en general siempre nos han protegido con la información y la búsqueda de la verdad, gracias a ellos y sus invetigaciones, aún así y desde siempre la mayoría de nuestras autoridades nos quieran decir una cosa, podemos descubrir que en realidad es otra. Nos han dado las herramientas y a la vez han replicado nuestras voces para que nos podamos organizar y levantarnos a defender y exigir lo que es nuestro, y ahora nos toca replicar sus voces, porque con la verdad no se juega, y mucho menos se mata.
En el 2021 fueron siete los periodistas asesinados en nuestro país y eso nos puso como el lugar más violento para comunicadores. Nada más en las primeras seis semanas que van del 2022 han sido seis periodistas asesinados, y dos fueron en nuestro estado.
Nuestras autoridades deben de responder y asegurar su protección, pero las personas también tenemos nuestra tarea, empezando con que jamás normalicemos la inseguridad. Desgraciadamente cada vez que escuchamos un asesinato o atentado contra alguien, específicamente hablando ahorita de los periodistas, de los primeros pensamientos que muchas personas tienen es: “de seguro andaba en malos pasos” o “es que se metió con la persona equivocada”, y dejamos que pase sin exigir justicia.
La búsqueda de la verdad es un derecho de todas, y debemos de proteger a toda costa a quienes nos ayudan a obtenerla. La mayor protección la generamos entre las personas. En las redes, en las mesas, en cada espacio que podamos repliquemos la información que con tanto esfuerzo nos generan, seamos una sociedad con el deseo de informarse y con el coraje de defender la verdad. Los periodistas están en nuestras marchas, manifestaciones, ruedas de prensa, en cada acción que hacemos con el fin de generar un cambio positivo en nuestro entorno.
No caigamos en discursos de odio por parte de ciertas autoridades como el actual presidente que sólo son para protegerse a ellos mismos. La persecución no debe ser hacia los periodistas, debe de ser hacia quienes se les demuestran actos de corrupción y pretenden cambiar el discurso. Debe de ser hacia quienes han traicionado nuestra confianza y todavía se ríen en nuestra cara. Podrán tener el poder de la administración de nuestro recurso, pero jamás tendrán el poder de lo que una comunidad organizada puede lograr, y eso es lo que tenemos que buscar.
A los periodistas y comunicadores, infinitas gracias, porque es gracias a ustedes que muchos nos hemos atrevido a levantar la voz, es gracias a su ejemplo que nos han dado fuerza para no volvernos a quedar callados, es gracias a su trabajo que hemos valorado tanto la verdad que muchos primero nos cuestionamos y ya no nos conformamos con cualquier cosa.
Las palabras pesan, las palabras matan. No nos creamos ni repliquemos discursos de odio, no nos volvamos cómplices de persecuciones sin sentido, de atentados, de asesinatos.