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Buena
3.7Nota Final
Historia
Guion
Valores de producción
Ritmo
Actuación
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La combinación de Joaquin Phoenix y Riddley Scott es ganadora, y definitivamente Napoleón es una clase magistral de dirección, ambiente, actuación, vestuario y dominio de la historia universal. Son dos horas y media en la que podemos apreciar el ascenso y la caída de uno de los estrategas bélicos más importantes de la historia mundial en un momento de la conformación de Europa.

Napoleón es la película biográfica del héroe francés, que nos cuenta su historia desde las batallas previas a su asenso como comandante en 1793 hasta su fallecimiento en el exilio en 1821 a los 51 años de edad. Joaquin Phoenix interpreta a Napoleón Bonaparte, que, en un largo y superficial pasaje por su vida, conoceremos sus obsesiones, amores y pasiones mediante las misiones que lo forman como un estratega temido por Europa, ya que logró conquistar España, Alemania, Egipto, Austria y que sostuvo un fuerte enfrentamiento con la Gran Bretaña. Vanessa Kirby, encarna a Josefina Bonaparte, el amor de la vida del estratega francés quien intenta darle un hijo, el que pudo haber sido el heredero de la corona francesa, una de las obsesiones que marcan la vida y la muerte de los Bonaparte.

Es difícil describir el eje conductor de la historia que se cuenta en Napoleón, porque el guionista David Scarpa abarcó casi tres décadas de la vida de Bonaparte que atraviesan su asenso al poder, sus tres exilios, sus misiones más importantes, su vida amorosa, la relación con su madre y los juegos políticos internacionales en una época histórica en donde las guerras y los acuerdos diplomáticos eran situaciones comunes.

La actuación de Joaquín Phoenix es contundente. Sus expresiones, los diálogos y la energía si nos transporta a cada época de la vida de Napoleón y su transformación personal regida por la ambición de conquista. Vemos al comandante, al cónsul vitalicio y al emperador en la construcción de una monarquía que acentuó su obsesión por consumar un heredero de todo lo logrado en su trayectoria bélica, diplomática y política.

Ridley Scott nos presume su habilidad para dirigir. Hay grandes batallas que nos muestran la grandeza y tratan de explicar las estrategias de combate de Napoleón y sus peculiaridades en los diferentes paisajes, entornos y climas durante sus batallas en Italia y Rusia, por comentar dos ejemplos contrastantes y claramente distantes.

Tal vez, la única debilidad justificable es el guion. Se abarcó tantos años de vida de un personaje que en la vida real tuvo tantas aportaciones legales, diplomáticas y políticas que poco se profundiza en alguno de los temas y tal vez el amoroso es el más presente, pero no necesariamente el más profundo. Se siente que hay un dictador, un estratega, un soldado, un general, un emperador, un tirano, pero en ninguno se concentra. Siento que le sobra acción y le falta carga dramática a una historia que se puede repasar en los libros de historia.

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