Con bombo y platillo se anunció la llegada del segundo a bordo del Gobierno de México a Baja California, particularmente a Tijuana, donde una minúscula cantidad de simpatizantes de Morena le recibieron al grito de “Presidente”, “Presidente”.

En la reunión con empresarios de Baja California, se pudo ver la llegada de una de las “corcholatas” de AMLO, el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, bien cuerpeado y sonrientes por la Gobernadora de Baja California Marina del Pilar Ávila Olmeda y su esposo el operador expanista Carlos Torres Torres.

A Adán Augusto le acompañó la Secretaria de Protección Ciudadana Rosa Icela Rodríguez, quien dio a conocer los datos duros de la realidad que guarda nuestra querida Tijuana en materia de seguridad pública, aunque por tratar de quedar bien el Secretario de Gobernación intentó suavizar las cifras que colocan hoy por hoy a Tijuana como la ciudad más violenta de México.

Figúrese usted estimado lector que mayo se convirtió en el mes más violento en lo que va del 2022 en todo el país, con un registro de 2 mil 833 homicidios dolosos, siendo así la cifra más alta en lo que va de este año, con un repunte del 10% respecto al mes de abril cuando se registraron 2 mil 544 asesinatos.

De nueva cuenta, vergonzosamente Baja California aparece desde inicio de 2022 en la posición número cuatro dentro de los seis estados del país que concentraron el 48% de los homicidios registrados en México, los otros son Guanajuato, Michoacán, Estado de México, Jalisco y Sonora.

Para darnos una idea en números, las seis entidades que encabezan el top de muertes violentas, de enero a abril de este año registraron 6 mil 150 homicidios dolosos, siendo Guanajuato primer lugar con mil 292; seguido por Michoacán, mil 204; Estado de México, mil 067; Baja California, mil 039; Jalisco, 816, y Sonora, 732.

Aunque usted se resista a creerlo, del 1 de diciembre de 2018 al 29 de mayo de 2022, en lo que va del gobierno del Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, suman 122 mil 231 homicidios asesinatos registrados en todo el país, superando lo que tuvo en todo su gobierno Enrique Peña Nieto, cuando se registraron 74 mil 737 homicidios, mientras que en el gobierno de Felipe Calderón se denunciaron 53 mil 319 asesinatos y con Vicente Fox 35 mil 309 asesinatos.

Y esa realidad no está lejana a lo que sucede en nuestra querida Tijuana, al contrario, la situación ya preocupa a todos los sectores de la población que han visto cómo a pesar de que han llegado casi cuatro mil militares y guardias nacionales a esta ciudad fronteriza, aún así la incidencia delictiva no cede.

Los números oficiales dan testimonio de que la inseguridad se ha agudizado para Tijuana, ya que a nivel municipal es lamentablemente la ciudad más violenta de México, registrando 149 denuncias por homicidios dolosos durante mayo, la cifra más alta en lo que va de 2022.

Para darnos una idea de la situación, los datos oficiales presentados por la misma Secretaria de Seguridad Ciudadana Rosa Icela Rodríguez advierten de un incremento del 13% en los homicidios dolosos en Tijuana de abril a mayo, cuando se tenían sólo 132 casos.

El sector empresarial que escuchó el discurso optimista de la corcholata del Presidente de México, también pudo observar la desdibujada sonrisa de la Alcaldesa de Tijuana, Monserrat Caballero Ramírez, quien ya no ve lo duro sino lo tupido en materia de seguridad pública.

Entre el mismo sector empresarial inunda ya la preocupación al saberse sobre los casos muy recurrentes de secuestros y cobro de piso en los comercios de la ciudad fronteriza con mayor importancia en América Latina.

Esa misma preocupación de los empresarios también es el sentir de los tijunenses en sus comunidades, quienes tristemente ven los nulos resultados para restablecer el orden y la tranquilidad para el beneficio de sus familias.

Predomina el caos en Tijuana, el desinterés y la falta de coordinación de sus autoridades en los tres órdenes de Gobierno para atender la problemática de inseguridad, se acabaron las zonas blindadas, adiós a la tranquilidad de la Zona Río, la Cacho, Agua Caliente e Hipódromo.

Si las autoridades se siguen tardando en involucrar la participación de todos los sectores de la población como ocurrió en 2007-2010, se ve muy complicado que el panorama para Tijuana mejore, urge una verdadera estrategia, programas integrales de prevención del delito y participación ciudadana, pero lo más importante, una real y efectiva coordinación de las autoridades. Escríbeme a estrada.maldonado.ismael@gmail.com, nos leemos pronto.

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