Ernesto EslavaSi tienes dos horas y media disponibles para experimentar adrenalina y drama en la historia del automovilismo, Hasta lo imposible: Ford VS Ferrari es la opción. Es la película que me ha trasmitido mejor el stress de las competencias de autos y la desesperación por superar a la mejor firma de autos. El gran acierto es el guion basado en hechos reales y la edición que sabe darle sentido a las tomas bien logradas.
Ford VS Ferrari es la historia de Ken Miles, interpretado por Christian Bale, un piloto de autos de carrera y veterano de guerra que se suma al equipo de diseñadores e ingenieros de Ford para crear un auto nuevo que le logre ganar a la firma Ferrari en la tradicional carrera de 24 horas de Le Mans en Francia en 1966. El equipo está liderado Carroll Shelby, interpretado por Matt Damon, un líder que comprenderá los riesgos que Miles debe tomar para asumir el reto sobre la pista.
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La película se tarda en tomar ritmo. Al menos los primeros 60 minutos se llevan para introducir la complejidad de cada personaje. El director James Mangold presenta el drama y los conflictos económicos y sociales de ambas empresas y de los integrantes del equipo Ford para asumir el reto histórico para la marca estadounidense. La demora es mi única queja.
Christian Bale se lleva la película. Hay un verdadero compromiso por reflejar los sentimientos y presiones de la competencia y la presión por el equipo. Matt Damon lleva la cohesión entre los personajes y resulta el equilibrio y en enlace en toda la trama. La construcción de los personajes es exitosa aunque desconozco si realmente revela el sentimiento de las personas reales en los que se basa la historia.
La historia llena de acción está basada en hechos reales; el guion tiene la interpretación adecuada para transmitir las emociones de cada personaje; el ritmo se acelera conforme avanza la trama y forma parte de los aciertos en la película y de los efectos especiales y la ubicación de las cámaras podemos destacar que son bien aprovechadas por la edición.
Ford VS Ferrari es de las pocas películas con tanta fidelidad en emociones con una gran historia. La primera hora es importante pero es el lapso para ir por botana o poder hacer una pausa ante la adrenalina que domina en la pantalla apartir del minuto 50.