Aunque Blumhouse Production ha demostrado sus capacidades de producción películas de terror, tal vez no es la mejor idea retomar proyectos clásicos para secuelas, pues las expectativas suelen ser tan inalcanzables como los recuerdos que se tienen por parte de los fanáticos. El caso del Exorcista puede ser un claro ejemplo, pues se retoma el proyecto en el aniversario de medio siglo de la primera entrega dirigida por William Friedkin en 1973.
Exorcista Creyente es la historia de Angela Fielding, interpretada por Lidya Jewett, una joven que busca medios espirituales para contactar a su madre Sorene Fielding, interpretada por Tracey Graves, quien murió en la labor de parto luego de quedar sepultada durante un sismo en el caribe. Angela le pedirá a ayuda a su amiga Katherine, interpretada por Olivia O´Neill, para hacer un ritual en el que invocarán a un ser demoniaco que deberá ser exorcizado. Víctor Fielding, padre de Angela, buscará ayuda para salvar a su hija y encontrará a Chris MacNeil, interpretada a Ellen Burstyn, quien ya enfrentó un exorcismo en la primera entrega de El Exorcista.
Probablemente como secuela funciona bien. El guion de Exorcista Creyentes hecho por Peter Sattler, David Gordon Green y Scott Teems propone una visión más incluyente en religiones, creencias y rituales que marcan una evolución a lo propuesto originalmente por el guionista William Peter Blatty hace 50 años. Incluso, la entrega reciente es más robusta en las motivaciones y la profundidad de los protagonistas en donde se comprende y dimensiona mejor cada decisión y movimiento.
Donde la actual entrega pierde es en la experiencia. Claramente no es lo mismo el bagaje y las opciones cinematográficas que existían hace medio siglo y lo impactante que fue apreciar y descifrar los efectos especiales del combate entre el demonio y un exorcista en la década de los 70. Los efectos digitales y las ofertas actuales han normalizado y estandarizado las estrategias para asustar. Es difícil de asustar, es complicado sorprender y eso juega en contra de la actual entrega del director David Gordon Green.
Incluso en fotografía, los valores de producción son menores que el esfuerzo notable de los 70. Mientras que en la original se encuentra la emblemática escena de la noche nublada esperando la llegada el exorcista con traje, maletín y sobrero, acompañado de la música emblemática. Ahora no hay más que referencias al pasado.
Probablemente funciona como homenaje para Ellen Burstyn y Linda Blair en su reaparición con los personajes de Chris MacNeil y Regan. Si asusta, pero difícilmente sorprende o supera a la película original.