La Jurisdicción de Servicios de Salud de Tijuana, Tecate y Playas de Rosarito invita a la comunidad a evitar conductas de riesgo que pueden ocasionar la esteatosis o comúnmente conocida como “hígado graso”, causado principalmente por sobrepeso, obesidad y exceso de bebidas alcohólicas, el cual se presenta en mayor proporción en el sexo masculino.
La Jefa de la Jurisdicción de Servicios de Salud, Dra. Remedios Lozada Romero, explicó que esta patología es ocasionada por ingerir demasiadas bebidas alcohólicas, la adicción al tabaquismo, sedentarismo, diabetes, o bien, por trastornos metabólicos hereditarios, por ello, las personas que presentan estos hábitos deben modificarlos.
Con la llegada de la temporada otoñal e invernal se presenta un mayor consumo de alimentos grasos, bebidas alcohólicas con exceso de azúcares, lo que daña gradualmente las células del hígado, provoca inflamación y debilita las defensas naturales del cuerpo.
Agregó que esta enfermedad afecta al 25% de la población en el mundo, a consecuencia de las altas tasas de obesidad, diabetes tipo 2 y colesterol, convirtiéndose en el trastorno hepático crónico más común.
Es importante que las personas estén conscientes que es un padecimiento que no genera síntomas hasta etapas muy avanzadas, por lo cual es necesario que acudan al Centro de Salud para hacer un diagnóstico médico por medio de su historia clínica, un examen físico y el análisis de laboratorio, además de recomendar una dieta balanceada y ejercicio.
La Dr. Remedios Lozada enfatizó que existen medicamentos que pueden ocasionar la enfermedad, por ello, es fundamental no automedicarse y en los casos de sentir una inflamación abdominal que puede ocasionar dolor, informar al médico tratante.
En cuanto a las mujeres, el hígado graso puede presentarse posterior al embarazo, por lo cual es importante que después del parto regrese a su Centro de Salud, en el periodo de la cuarentena, a efecto de que se le realice una revisión general de su estado de salud, esto debido al aumento de peso que presenta.
Entre las personas que pueden padecer esta enfermedad están los que padecen diabetes tipo 2 y prediabetes, obesidad, tienen altos niveles de lípidos (grasas) en la sangre, como colesterol y triglicéridos, presión arterial alta, toman ciertos medicamentos, como los corticoides y algunas medicinas contra el cáncer.
Así como quienes tienen ciertos trastornos metabólicos, incluyendo el síndrome metabólico y quienes han padecido infecciones como la hepatitis “C” o han estado expuestos a algunas toxinas.
Por último dijo que una vez identificado el padecimiento, únicamente se requiere eliminar de la vida cotidiana la fuente del daño, y el hígado cuenta con la capacidad de regenerarse, de modo que el paciente continúe con una buena calidad de vida, sin afectaciones serias a la salud.