Pixar nos demuestra de nuevo que la animación puede ser el vehículo para contar historias con mayor creatividad, acentuando la magia y la paradoja. Así lo hizo con la comedia romántica: Elementos, una trama que se sustenta en las primeras leyes de la física y la química que hablan sobre los elementos de la tierra y así logra ejemplificar los contrastes de personalidad en una sociedad.
Elementos es la historia entre la chica de fuego Ember y el joven de agua: Wade Ripple. Por accidente se conocen y juntos pretenden reparar una fuga de agua que pone en riesgo el negocio de Bernie, padre de Ember y a la comunidad de fuego en Ciudad Elemento, en donde coexisten con los otros elementos como: tierra, aire y agua. En el camino se darán cuenta que los opuestos se atraen y se complementan: el fuego y el agua, como nunca se podrán tocar y combinar pese a lo que la sociedad y las leyes de la física pudieran establecer. Ember y Wade se darán cuenta que sus coincidencias y diferencias los fortalecen.
En la historia escrita por John Hoberg, Kat Likkel y Brenda Hsueh, se utiliza cada elemento para ejemplificar las diferencias culturales, sociales y familiares que hay en toda sociedad. Peter Sohn nos retrata las dificultades de la migración, de adaptarse, de las metas personales y de fijar límites sanos dentro de la familia.
Wade es de agua, es flexible, se adapta, es sensible, fluye y toma la forma que necesita para hacerle frente a la vida; es un ejemplo de nuevas masculinidades en las que se permite ser sensible, conmoverse y llegar al llanto, lo que nos presenta una madurez emocional que le da paz a Ember que es explosiva, apasionada, atada a la familia y a lo que su padre quiere para ella. Por contrastantes que lucen, en apariencia y en personalidad, en el desarrollo veremos cómo se complementan y funcionan bien en equipo. Una pareja así de contrastante se podrá identificar.
En la primera mitad de la película hay que preocuparnos por conocer a cada personaje, sus motivaciones y disfrutar de la animación. Pixar nos muestra que ha mejorado en la técnica y en Elementos destaca el contraste en el hiperrealismo de los paisajes, textura de la construcción con el volumen y dimensiones de cada elemento de la tierra: como el holograma en dos dimensiones de los personajes de fuego y la transparencia y flujo de los de agua. La narrativa es lenta, aunque el ritmo es ágil.
Elementos es una comedia romántica, no es infantil y por ende será difícil la competencia contra otras historias para niños, incluyendo a los súper héroes. Incluso, en el guion, Disney se atreve a presentar a una pareja de la comunidad LGBT, porque la historia no es para niños, la animación no es exclusiva para tramas infantiles, que nos quede claro.