En el Día Internacional de la Alergia (8 de julio) el alergólogo pediatra del Hospital General de Tijuana (HGT), Alberto Escalante Domínguez, emitió recomendaciones para disminuir el riesgo de presentar estas afecciones o sus manifestaciones graves.
Informó que, la dermatitis atópica, rinitis alérgica, conjuntivitis, urticaria aguda y asma, son las alergias más comunes en la población infantil y adulta, mismas que pueden ser causadas por factores hereditarios, así como por la exposición a diversos alérgenos -como pueden ser ácaros, polvo “casero”, polen de malezas, pastos y árboles, sustancias químicas o irritantes-.
Asimismo, mencionó que la alergia a los alimentos (principalmente a la leche, huevo, pescado, cacahuate y fresas) también suele ser diagnosticada frecuentemente, la cual se manifiesta por medio de la náusea, vómito, dolor abdominal y ronchas en cualquier parte del cuerpo.
En este sentido, Escalante Domínguez destacó la importancia de identificar los síntomas asociados a estas patologías y acudir oportunamente con un especialista en la materia para iniciar el tratamiento necesario y las medidas de control ambiental.
Detalló que la dermatitis atópica suele identificarse por la piel seca, comezón y lesiones dermatológicas, mientras que la rinitis alérgica se caracteriza por el escurrimiento, congestión y comezón nasal, estornudos frecuentes, lagrimeo, sensación de cuerpo extraño en el ojo y molestia a la luz.
En lo que respecta a la conjuntivitis atópica, el alergólogo pediatra mencionó que esta se puede manifestar por medio de comezón, enrojecimiento, parpadeo frecuente y lagrimeo. La urticaria aguda se identifica por la presencia de ronchas y comezón diseminada en todo el cuerpo, mientras que el asma se caracteriza por tos, agitación, dificultad respiratoria y sibilancias.
Entre las recomendaciones principales para disminuir el riesgo de presentar estas afecciones o sus manifestaciones graves, Escalante Domínguez destacó las siguientes: Tener una dieta saludable; realizar actividad física diariamente; cumplir con el esquema de vacunación; proveer leche materna como alimento exclusivo hasta los seis meses de vida; llevar a cabo una higiene apropiada en el hogar, especialmente en la ropa de cama y cortinas, así como evitar la exposición a los alérgenos previamente mencionados.