Ernesto EslavaEs imposible resistirse a alguno de los chistes sobre la cultura mexicana que ofrece la reciente película de DC Comics: Blue Beetle. Se golpe se hizo canon a Luis Miguel, María la del Barrio de Thalía, a Soda Stereo y hasta el Chapulín Colorado, son referencias que tendrán muy contentos a uno de los mercados más importantes: el hispanohablante, el que tiene relación directa con México. Eso lo hizo muy bien el director Ángel Manuel Soto.
Blue Beetle es una historia de origen en la que Jaime Reyes, interpretado por Xolo Madueña, es elegido por Khaji-Da, una entidad extraterrestre, para portar el manto y los poderes del escarabajo azul, del Blue Beetle. Jaime enfrentará a la fuerza y tecnología de industrias Kord que durante años trató de emular y los poderes del escarabajo para crear armaduras para la milicia. En la aventura Jaime demostrará que su fuerza proviene del amor y sus valores familiares; mientras que Khaji-Da exhibirá sus habilidades en combate que lo podrían hacer una pieza importante para el universo cinematográfico de DC Comics.
Se nota que la película transitó por un proceso de adaptación que inició como un proyecto de bajo presupuesto para streaming y llegar a la calidad que requiere la pantalla grande. Hay pocos personajes en pantalla, son pocos los extras que se usaron en momentos de combate, la mayoría de las escenas son de noche para disminuir el gasto de recursos en detalles. La película es tan simple y tan sencilla, tan cursi y melodramática que puede funcionar para quienes gustan de la cultura que ha impulsado Televisa. Hasta me atrevo a apostar que en México y en la comunidad latina en Estados Unidos es donde Blue Beetle podría tener más eco.
El sentido del humor anclado en lo mexicano es lo que funciona en Blue Beetle. Gareth Dunnet-Alcocer logra comprender y dimensionar la importancia del humor y la familia en México y lo envuelve en referencias obligadas en Latinoamérica como Luis Miguel como símbolo de vacaciones y playa; al Chapulín Colorado como guiño a la aventura, Soda Stereo como catarsis al desenfado y Selena Quintanilla para el amor juvenil.
La presencia de Damián Alcazar y Diana Barraza, y referencias claras a Macario de 1960 de Roberto Gavaldón son importantes para que los mexicanos conecten con la desesperada propuesta de DC en un nicho de mercado hollywoodense en el que los latinos fueron incorporados torpe y desesperadamente en medio de diversas crisis, tanto de audiencia, sindical y creativa.
Blue Beetle no es de los héroes más famosos, pero si de los más complejos. Es una suma de Venom, Spider Man, Iron Man, Miss Marvel, Namor y hasta Wakandiano pero con un humor latino. La película es divertida, familiar, alegre, pero con un futuro incierto.