Bebé Reno es impactante y adictiva, es de las pocas series que necesitarás maratonear para encontrar las respuestas ante la intriga que hay en cada uno de los siete episodios de una serie basada en hechos reales sobre el acoso. En la historia hay un serio grado de obsesión, de confusión y dolor, en una combinación que se sostiene en la honestidad con la que Richard Gadd cuenta su propia historia que retrata la complejidad de la salud mental.
Bebé Reno es la historia de la relación entre el comediante y cantinero Donny Dunn, interpretado por Richard Gadd, con Martha, interpretada por Jessica Gunning. Donny decide denunciar a Martha por acoso, pues la relación se tornó violenta y abusiva, luego de una serie de malentendidos, encuentros y malas decisiones en una relación de acoso y obsesión. Un día Donny se compadeció de Martha y le regaló un té, y la atención que ambos recibieron bastó para que ella se obsesionara con él, enviándole miles de correos, horas de mensajes de voz y hasta hacerle guardia fuera de su casa. Mientras Donny no quiso denunciar pese a reconocer que Martha tenía serios antecedentes por hostigamiento y acoso; fue hasta que impactó en su vida personal, con sus padres y pareja cuando decide tomar acción, pero la aventura apenas comenzaría.
Tres horas y media es lo que toma ver los siete capítulos de la serie, por lo que es fácil de verla corrido e involucrarse con la complejidad de una historia honesta en la que nadie es ingenuo, son perfiles complejos con necesidades emocionales que los ponen en riesgo y que atraviesan situaciones autodestructivas, de hecho, en cada episodio avanzas y profundizas sobre las razones por las que ambos están lastimados.
Cinco de cinco estrellas, Bebé Reno es atrevida y honesta, nos trae una historia compleja, fácil de conectar y con personajes cotidianos a quienes queremos ayudar. Habrá episodios en los que quieras gritarle a los protagonistas, son escenas en las que nos podemos agobiar y es señal de que estamos completamente sumergidos en el problema vivencial que nos plantea el escritor y protagonista Richard Gadd con la dirección de Weronika Tofilska y Josephine Bornebusch.
Los valores de producción son inmersivos, pues conocemos el lado urbano de Londres en el 2015, se precia una sociedad que atraviesa problemas de soledad y hacinamiento. Hay una buena fotografía, con emplazamientos artísticos que forman parte de la narrativa emocional que por momentos es de soledad, desesperación, tristeza y frustración.
La historia vivencial llevó a Gadd a retratar una anécdota dolorosa, autodestructiva y con un constante autosabotaje, una convincente actuación de ambos protagonistas con sus expresiones verbales y físicas. A destacar la entrega de Gunning como contraparte complementaria del protagonista, pues su conducirse no se puede comprender a solas. Ambos ejemplifican el acoso, el abuso, el grooming en una historia que su eje principal es la salud mental.
Escrito desde mi aifon.