Ernesto EslavaArgylle es divertida y desenfadada, es una trama de detectives, protagonizada por Bryce Dallas Howard. Es una historia de humor involuntario que se desenvuelve a partir de la premisa de no tomarse en serio. Funciona como una crítica hacia las películas de acción y como homenaje a las historias inglesas de detectives de la literatura y cinematografía universal. Todo depende cómo la quieran ver.
Argylle es la historia de la escritora Ely Conway, la autora de una saga de libros de detectives que en la publicación de su quinto libro es perseguida por un grupo de detectives asesinos que buscan acabar con su vida y sacarle la información sobre una llave maestra que podría poner en peligro a la organización criminal más importante del mundo. Los espías quieren acabar con ella pues en sus libros, Conway prácticamente ha revelado secretos reales de la vida clandestina del crimen organizado y temen que en los nuevos libros siga revelando peligrosos secretos.
Hay que advertir que la actuación de Dua Lipa como Lagrange y de John Cena como Wyatt son muy breves pero funcionan en la carga de comedia y absurdo que mantiene la trama escrita por Jason Fuchs y dirigida por Matthew Vaughn que nos ha traído Tetris, Kings Man y Rocketman. Tres estrellas de cinco merece Argylle, todos nos la podemos pasar bien si vamos con la actitud de disfrutar de la sátira.
En Argylle reinan los giros de tuerca. Aunque el sólido elenco de Henry Cavill, Bryce Dallas, Sam Rockwell, Bryan Carson, Richard E Grant, Ariana DeBose, John Cena y Dua Lipa facilitan el desarrollo de la película, el mérito sí está en el guion desenfadado que se atreve a subirse al tren de la sátira y dar saltos inesperados a la trama muy bien construida en el absurdo y la comedia.
Netflix en 2016 publicó Memorias de un asesino internacional bajo la dirección de Jeff Wadlow, una historia protagonizada por el comediante Kevin James como Sam Larson, un escritor que también era perseguido por el crimen luego de que su libro involuntariamente revelaba secretos de las agrupaciones delictivas. En esencia es lo mismo, pero con más presupuesto y más entrega que se nota en la creatividad del guion, así como en las escenografías y coreografías.
Se agradece mucho que haya películas como Argylle que solo busquen el entretenimiento, que por sí mismas se asuman como una sátira y que lo hagan tomando los riesgos necesarios para llegar a convertirse en clásicos de los domingos en familia.
Argylle solo quiere que te diviertas, que veas rostros atractivos, chistes cómodos, absurdos relajados, giros de tuerca inesperados y que además, que tiene una conexión con la saga de Kings Man, que además de compartir director hay un hilo conductor que las ata en historia, comedia y estilo.