A muchos políticos les encanta decir que los jóvenes y las personas en general somos apáticas, que no nos interesamos, que vivimos en nuestro mundo y que poco o nada estamos atentas a lo que sucede a nuestro alrededor; es la excusa barata que se plantean para justificar el cómo no nos involucran ni dejan participar. Les encanta decir de todo con tal de no hacer frente a su falta de acercamiento y trabajo en equipo con las personas.

La semana pasada el presidente de la República (Andrés Manuel López Obrador) hizo mención a que los jóvenes estábamos indefensos, que había que ayudarnos a encontrar información verídica sobre lo que sucede en nuestro país y que nos están manipulando muchos medios de comunicación con información falsa, refiriéndose a aquellos medios a los que sólo por no hablar bien del gobierno, los considera mentirosos.

A los jóvenes sí nos han manipulado, pero no exactamente los medios de comunicación, sino una clase política de la cual nos hemos dejado manipular cuando nos han convencido de no participar. Se han encargado de convencernos por años que sólo hay una manera de hacer política y es aquella ruin, corrupta, opaca que la mayoría de ellos practica y de la cual tanto nos desagrada que preferimos alejarnos y no involucrarnos.

Debemos de perder el miedo a la palabra política, participar no nos hará malas personas, y tampoco necesariamente significa que tengamos que ir por un puesto público. Luchas y desigualdades sociales desgraciadamente hay muchas, todas son muy importantes y lo que le hace falta a nuestro país no es que nos volteemos hacia otro lado, sino que cada vez seamos más los que nos interesemos; la mejor herramienta que tenemos es la educación, que nos informemos, que debatamos, que nos organicemos y participemos.

La política no es aquello que nos han contado, no es corrupción, la política es la forma en cómo podemos construir nuestro futuro. Crecimos en un mundo en donde la comunicación es inmediata y no la estamos utilizando al cien por ciento a nuestro favor, las revoluciones hoy también son digitales.

No es fácil, pero cada vez tenemos menos miedo, cada vez somos más los que caminamos juntos y entre nosotros nos informamos, nos ayudamos y salimos adelante. En muchos temas hemos tenido que aprender a caminar solos, pero en ese camino nos hemos encontrado. 

No es fácil, pero es más difícil seguir creciendo en un entorno en donde el poder está concentrado en tan pocas manos, que nuestros derechos siempre están vulnerados. 

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